El papa Francisco condenó hoy el ataque que definió brutal y sin sentido del grupo yihadista somalí Al Shabab en la Universidad de Garissa, en el este de Kenia, en el que murieron al menos 147 personas.
"Su Santidad condena este acto de brutalidad sin sentido y reza por un cambio de actitud entre sus autores", se lee en el telegrama de pésame que el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolín, envió en nombre del pontífice al arzobispo de Nairobi, John Njue.
En el telegrama, se expresa que el papa está "profundamente entristecido por la inmensa y trágica pérdida de vidas causada por el reciente ataque a la Universidad de Garissa".
Asimismo, en el mensaje se hace un llamamiento a todas las autoridades para que "redoblen sus esfuerzos para trabajar con todos los hombres y mujeres en Kenia para poner fin a esa violencia y para acelerar el amanecer de una nueva era de fraternidad, la justicia y la paz".
El papa Bergoglio también expresa su "cercanía espiritual a las familias de las víctimas y a todos los kenianos en este momento doloroso".
Francisco "encomienda las almas de los difuntos a la misericordia infinita de Dios Todopoderoso, y ora para que todos los que los lloran sean consolados en su pérdida", prosigue el mensaje.
El comando de yihadistas entró ayer en la universidad haciéndose pasar por fieles que iban a rezar en la mezquita del campus, y detonaron varios artefactos explosivos y dispararon de forma indiscriminada por todo el recinto, que habitualmente acoge a más de 800 alumnos.
Los integrantes del Al Shaba mantuvieron retenidos durante más de 16 horas a un grupo indeterminado de estudiantes y profesores, con el objetivo de acabar con todos aquellos que no fueran musulmanes.