El primer grupo de refugiados que acoge España, 11 de ellos de nacionalidad eritrea y otro más sirio, llegó el lunes al aeropuerto de Madrid procedente de Roma. En principio eran 19, pero 7 de ellos, todos eritreos, se negaron a viajar porque reclamaban ser conducidos a Alemania, según fuentes implicadas en su traslado. El grupo es la avanzadilla de un contingente inicial de 50 refugiados aprobado por el Gobierno en virtud del pacto entre los socios europeos para reubicar desde Grecia e Italia a 160 mil solicitantes de asilo.
España se sitúa así entre los cinco primeros países europeos que ponen en marcha experiencias para impulsar los procedimientos de reubicación pactados en el seno de la Unión Europea. A partir de ahora, varias oenegés se harán cargo de los recién llegados en distintas zonas de España para atender sus primeras necesidades básicas, señaló Interior en un comunicado.
Tres de los eritreos serán trasladados al País Vasco. Miembros de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) se desplazaron a Madrid para recogerlos en el aeropuerto y llevarlos por carretera a Bilbao. El Gobierno vasco ya ha mostrado su disposición a acoger a cerca de un millar de inmigrantes huidos de distintos conflictos bélicos en los últimos meses. “Hemos hecho un esfuerzo desde todas las instituciones sin hacer política de este tema y pensando solo en las personas”, declaró a Radio Euskadi el director de Política Familiar del Ejecutivo autónomo, José Luis Madrazo, quien, sin embargo, lamentó que el proceso esté siendo más lento de lo previsto. “Es extraño que solo puedan venir tres personas”, aseguró.
Horas antes de la llegada de los refugiados, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, había señalado en Barcelona que los centros y localidades que les acogerán ya están preparados para recibirlos. Fernández Díaz subrayó que el objetivo de las autoridades españolas no es solo acoger a estos refugiados, sino integrarlos en la sociedad, por lo que se les dará“atención de todo tipo: sanitaria, educativa, planes de formación para poder acceder e integrarse en el mercado laboral...”. “Todo plan de acogida de refugiados tiene como objetivo último la integración en el país de destino”, agregó.
El Gobierno, que pretende reasentar a 854 desplazados hasta finales de año, ha establecido un plan personalizado ya que, según la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, algunos de los refugiados tienen “necesidades específicas”.