Más de 100 mil personas están en riesgo de fallecer por hambre en Sudán del Sur, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Esta hambruna es la primera que ocurre tras la de Somalia en 2011, como consecuencia de los conflictos y la escasez de recursos. Además, produce un incremento en el número de refugiados, en el calentamiento global y en la cantidad de residuos.
Cerca de 6 mil 400 millones será la población urbana mundial a mediados de siglo, según la Organización de Naciones Unidas. África y Asia tendrán el mayor incremento debido a los nacimientos y a la migración del campo a las ciudades.
Además, India desbancará a China como el país más poblado en el 2022. Esto supone una caída de la edad media para trabajar hasta los 29 años y un aumento de las personas que quieran tener un trabajo hasta de 900 millones, según la CNN. El problema es que el sistema educativo de ese país no da los conocimientos suficientes para que los jóvenes puedan desempeñar estos empleos. “Más del 80% de los graduados en ingeniería tendrían muchas dificultades para encontrar empleo”, datos que recoge el informe de la empresa Aspiring Minds.
Por otra parte, el 68% de los trabajadores de Alemania reciben formación formal, el 75% en Reino Unido; frente al 3% de India. Aunque el Gobierno lanza ya programas de formación para que las escuelas se aproximen a las necesidades empresariales, como cursos para corregir las desigualdades entre los sexos y desequilibrios sociales.
India no es el único que sufre el exceso de población, sino todos los países en desarrollo. Los recursos necesarios son insuficientes para una población que no deja de crecer y, como consecuencia, aumentan la pobreza y los conflictos. Los alimentos se producen en las zonas rurales, aunque más del 45% de la población mundial habita en las ciudades.
Para reducir las elevadas tasas de natalidad se requieren cursos de información sobre los distintos medios anticonceptivos o programas de planificación familiar. Una familia no es mejor por tener más hijos, sino por ser responsable de la decisión que se toma; porque un hijo es para siempre y no un juguete al que abandonar cuando tenga problemas.
También, los países desarrollados sufren superpoblación, pero a causa del aumento de la esperanza de vida media. En Europa era de 66 años en 2005, mientras que ahora es de 73 años. Crece la necesidad de aumentar el consumo per cápita para la protección del sistema social, pero esto produce el agotamiento de los recursos. Frente a los países con altas tasas de natalidad, estos prefieren aumentar el número de nacimientos y evitar una población envejecida.