hoyporhoy



En medio de la peor crisis política de la historia republicana, panameños de todas las estirpes, gremios profesionales y sindicatos, empresarios y estudiantes, amas de casa y jubilados, en fin una representación amplia de toda la sociedad, conformó la Cruzada Civilista el 9 de junio de 1987. La meta fundamental era acabar con la dictadura militar y recobrar la democracia. Con su estrategia de lucha no violenta, como la de Gandhi y de Martin Luther King, y junto con una práctica de movilizaciones populares cargada de estribillos, coros de reclamos sociales, el legado de la Cruzada Civilista sigue vivo. Los ciudadanos recuperamos la vocación de exigir nuestras libertades, y de unirnos como un solo pueblo. La politiquería criolla de la actualidad, la proliferación del tráfico de influencias y la corrupción, el débil sistema de justicia del país, y la creciente militarización de las fuerzas de seguridad, son desafíos que nos recuerdan que la filosofía de la Cruzada Civilista todavía tiene vigencia. Las huelgas, los detenidos, los caídos, los pañuelos blancos, el toque de pailas y el inolvidable “el que no brinca es sapo”, siempre serán parte de nuestra memoria, ya que por un momento todos fuimos héroes gracias a la Cruzada Civilista.

LAS MÁS LEÍDAS