Estadounidenses fueron infiltrados



En la Fiscalía Auxiliar reposa la lista de los infiltrados: unas 150 personas, entre figuras políticas panameñas, fueron víctimas del programa de interceptación telefónica, emprendido en el gobierno del presidente Ricardo Martinelli.

El dirigente del Partido Revolucionario Democrático (PRD) y excanciller de la República Samuel Lewis Navarro fue uno de ellos. Ya asistió a la fiscalía para reconocer su expediente y pudo comprobar el poder del aparato de escuchas. “Se interceptaron, no solo conversaciones internas e íntimas, sino privadas con figuras importantes del extranjero. Personas en Estados Unidos. Conversaciones que nunca debieron ser interceptadas”, manifestó.

Al perredista le intervinieron comunicaciones por correo electrónico. Esta no era la única facultad del equipo. Las transcripciones de varias charlas personales del diputado panameñista José Luis Varela, quien también se notificó, están en los archivos. “Había conversaciones entre mi esposa y mi hijo. Había mucha información, no solo de correos, sino conversaciones personales en mi oficina, que fueron grabadas, al igual que conversaciones mías con varios diputados en la Asamblea Nacional, también por BlackBerry Messenger con diputados y políticos”, afirmó.

“Trataban de anticipar cualquier acción política mía, hacerme vulnerable. Cuando uno ve que hay conversaciones familiares, de problemas entre madre e hijo, se nota que buscaban alguna vulnerabilidad. Es muy difícil actuar en una campaña política con una desventaja así, más cuando usan los recursos del Estado con estos fines”, añadió el panameñista. Varela reveló que hay 10 transcripciones en las que aparece él o un familiar suyo. “Hablaba hasta de pagos y de mis cuentas bancarias”, agregó.

El exgobernante Ernesto Pérez Balladares es otro que aparece en la lista de los espiados y ya se notificó en las autoridades. “Reconocí correos electrónicos dirigidos a mí y respondidos por mí; y chats de BlackBerry Messenger con compañeros del partido (PRD)”, aseguró.

Mitchell Doens, dirigente del PRD, también se acercó a la fiscalía a conocer las transcripciones de sus conversaciones interceptadas. “Me presentaron documentos y había correos míos con mi hijo sobre negocios particulares. También, había conversaciones telefónicas”, dijo Doens, quien manifestó que compararon las transcripciones con los archivos en su correo y era el mismo texto. “Tengo entendido que era una lista larga de personas que serán llamadas para que reconozcan sus correos y sus grabaciones”, expresó.

Todos coincidieron en que demandarán a quienes resulten responsables. “Yo me voy a querellar contra el responsable de este delito: quien sea responsable de esto debe ser castigado, desde el que hizo el pinchazo, hasta el que dio la orden”, afirmó Varela. “Debe de haber un escarmiento real para que nunca más suceda esto en nuestro país”, dijo Lewis Navarro.

Alma Cortés, ministra de Trabajo y Desarrollo Laboral durante la era Martinelli, también dijo que fue espiada en su gobierno. Culpó al exministro de la Presidencia Demetrio Papadimitriu y al exprocurador y hoy presidente de la Corte, José Ayú Prado. Dijo que ambos se reunían para cuadrar los pinchazos. Pero Ayú Prado respondió que sí se encontró con Papadimitriu por temas ajenos a las escuchas. “No recuerdo hablar ningún tema de interceptaciones telefónicas. Tampoco recuerdo que la exministra haya estado presente en alguna de esas reuniones”, contestó.

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