Dilma Rousseff, mandataria de Brasil, celebró la “valentía” de los presidentes de Cuba, Raúl Castro, y de Estados Unidos, Barack Obama, que “decidieron poner fin al último vestigio de la Guerra Fría en la región”. También aplaudió los avances del proceso de paz en Colombia.
Enrique Peña Nieto, presidente de México manifestó que apoya el acercamiento de Estados Unidos (EU) y Cuba. Haciendo referencia a las relaciones EU-Venezuela, argumentó que “las tensiones en la región debe pasar por el diálogo político”. Dijo respaldar el proceso de paz en Colombia.
Tabare Vázquez, gobernante de Uruguay, pidió a la región que la nueva realidad continental sea asumida “como una oportunidad para generar los canales de complementación y cooperación”. Abogó porque se utilicen organizaciones regionales, como la Organización de Estados Americanos.
Cristina Fernández, presidenta de Argentina, pidió “sinceridad”. Arremetió contra los “paraísos fiscales”, y cuestinó a los países traficantes y consumidores de droga. Cuestionó las sanciones impuestas por Estados Unidos contra Venezuela. “Cuando escuche la noticia, pensé que era un error", argumentó.
Ollanta Humala, de Perú, instó a los países participantes en la Cumbre a “desatar las amarras que atan al pasado” y a dejar de lado las diferencias ideológicas, para apostar en la cooperación como fórmula para reducir las desigualdades. Alertó sobre el impacto que el cambio climático tiene en el continente.
Otto Pérez Molina, presidente de Guatemala instó al sector privado invertir en los paÍses del llamado Triángulo Norte Centroamericano (Guatemala, Honduras y El Salvador), para generar calidad de vida. Recordó sus esfuerzos para combatir el tráfico de drogas en la región, un negocio “ilegal” que les afecta.
Rafael Correa, presidente de Ecuador, tildo de “muy mala” la de Latinoamérica porque “responde a intereses de élites”. Denunció que Estados Unidos continúa con ilegales intervenciones en América Latina, por lo que ha llegado la “hora para segunda y definitiva independencia” de la región.
Juan Manuel Santos, de Colombia, propuso la creación de un sistema interamericano de educación. Considera que el deshielo de las relaciones entre EU y Cuba es importante para el hemisferio sur y argumentó que la clave para resolver la crisis venezolana está en promover diálogo entre el Gobierno y la oposición.