Solo temas económicos y sociales faltan por abordar en el diálogo que adelanta el Gobierno con las autoridades indígenas.
Así lo afirmó la cacica general de la comarca Ngäbe Buglé, Silvia Carrera.
La cacica agregó que de manera “responsable” continuará en el diálogo, pues la comarca se merece el apoyo gubernamental, tal como ocurre en el resto del país. Esta autoridad dijo que los indígenas ya están cansados de que “todo lo que no sirve”, como los pupitres y tableros, sea enviado a la comarca.
Carrera también ayer ante el presidente de la República Juan Carlos Varela se quejó, ya que los funcionarios provinciales no van a la comarca a ver los problemas que los aquejan.
Mencionó el caso de una niña ngäbe de cinco años que fue picada por una víbora y, al llamar al 911, estos no acudieron, pudiendo salvar esta vida.
ACUERDO
El presidente Varela se reunió ayer lunes por espacio de cinco horas con miembros del Movimiento 22 de Septiembre (M-22) y de la iglesia de Mama Tatda, que piden la cancelación del proyecto hidroeléctrico Barro Blanco.
Tras las intensas horas de diálogo se pactó un acuerdo para mantener la paz social, el cual incluyó el retiro inmediato de los agentes policiales apostados en la vía Interamericana, a la altura de las comunidades de San Félix, Tolé y El Viguí, mas no así los que están dentro de Barro Blanco. El mandatario panameño aclaró que no puede decretar la cancelación del proyecto “de buenas a primeras”, porque tanto él como su Gabinete se exponen a una demanda legal millonaria. Todas las partes acordaron que el diálogo continuará.