La tranquilidad en el fronterizo poblado de Puerto Obaldía, en la comarca Guna Yala, en el litoral Caribe y a 250 kilómetros al este de la ciudad de Panamá, volvió a trastocarse esta semana.
Si bien no se han dado incidentes de violencia, hay mucha efervescencia con la llegada de unos 600 inmigrantes cubanos que ingresaron por la selva colombiana hasta tocar suelo panameño, con el propósito de atravesar Centroamérica y llegar a Estados Unidos, en pos del sueño americano.
Hombres, mujeres y niños salieron de la selva con sus mochilas a la espalda, exhaustos y hambrientos, pero con entusiasmo, porque habían logrado llegar a Panamá, desde donde sabían que las cosas serían mejor y tendrían apoyo de las autoridades para continuar su viaje.
La intención de estos 600 inmigrantes es abordar una lancha y viajar por las costas gunas hasta llegar a la ciudad de Colón, donde tomarían un autobús y se trasladarían a la ciudad de Panamá. Los que tienen dinero pueden tomar una avioneta.
En la ciudad capital gestionarían sus permisos para viajar hasta la provincia de Chiriquí y llegar a Paso Canoas, punto limítrofe entre ambos países.
Desde allí llegan a la ciudad de San José, para lograr un documento que les permita ir a Managua, Nicaragua, y luego a El Salvador, Guatemala, México y Estados Unidos.
Manuel Martínez, un cubano que emprendió la travesía en busca de mejores días para él y su familia, espera poder trasladarse a la ciudad de Panamá, ya sea por vía aérea o por mar. Lo importante, dijo, es llegar a ciudad de Panamá.
Explicó que después de pasar mucho trabajo, violaciones a sus derechos humanos, robos por parte de los "coyotes" y hasta de los soldados colombianos, han logrado llegar a Panamá. Puerto Obaldía es sitio de tránsito en el recorrido por el sueño americano.
EL DRAMA DE LA FRONTERA COSTA RICA-NICARAGUA
No obstante, algo turba el entusiasmo de este cubano y su familia.
La preocupación surge de la situación que se suscita en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua, donde actualmente hay más de 2 mil cubanos varados en la frontera de Costa Rica, debido a la negativa de su Gobierno de expedir los citatorios necesarios para gestionar el salvoconducto que les permita atravesar el territorio y alcanzar la frontera con Nicaragua.
"No sabemos si nuestro grupo también sufrirá los mismos problemas", comentó.
LOS COSTOS DE LA TRAVESÍA
Cada travesía tiene un elevado costo para el inmigrante que intenta llegar a tierras estadounidenses. Según Martínez, tan solo para alcanzar Puerto Obaldía "ya hemos gastado entre $2 mil y $3 mil".
El viaje en lancha desde este punto a la ciudad de Colón les cuesta $80.00, pero en avioneta pasa de los $200. No obstante, el cruce de una forma u otra es casi igual en cuanto a los riesgos.
MIGRACIÓN ADMITE SATURACIÓN
En tanto, un vocero del Servicio Nacional de Migración (SNM) admitió que, efectivamente, ese es el volumen de inmigrantes cubanos que ha llegado a Puerto Obaldía, lo cual se debe a que en los últimos días han llegado varias oleadas desde la isla caribeña y que llegan a nuestro país en tránsito hacia Centroamérica y Estados Unidos, sea por vía aérea o marítima.
Agregó que actualmente, el SNM les está dando el apoyo humanitario que los convenios internacionales establecen, pero que cada uno busca, según su situación económica, la forma más cómoda de viajar.
El vocero aclaró que Migración, apoyado por agentes del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), vigila que las lanchas y avionetas trasladen el número estipulado de pasajeros, según el tamaño de la nave y que mantengan los parámetros de seguridad.
ECONOMÍA MEJORA EN PUERTO
Un viejo dicho asegura que "el mal de uno es remedio de otro".
Mauro Smith, residente de Puerto Obaldía, señaló que en los últimos siete años la economía de este poblado fronterizo ha experimentado una bonanza inesperada.
Explicó que ello comenzó a notarse desde que la inmigración de cubanos y extracontinentales aumentó.
Entonces, los residentes de esta comunidad se vieron forzados a organizarse para brindar hospedaje y alimentación a los inmigrantes, proveerles de transporte, zapatos, ropa, celulares, tarjetas para celulares y otros artículos de primera necesidad. "Puedo decirles que en este momento estamos logrando buenos tiempos", aseguró.
EL CONFLICTO MIGRATORIO
No obstante, en San José de Costa Rica, las cosas no están bien vistas para estos inmigrantes.
La Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) ordenó suspender los "citatorios" para estos viajeros en tránsito, aduciendo que si bien tienen derecho a luchar por tener mejores días para sus familias, es cierto también que algunos puedan quedarse ilegalmente en el territorio tico o ser sujetos de explotación o trata de personas por parte de redes criminales.
La DGME plantea que ante este inesperado fenómeno, lo conveniente sería que los gobiernos de Panamá, Costa Rica y Nicaragua, entre otros, conversaran y coordinaran acciones para brindar facilidades a la migración de estas personas y a la vez aplicando los controles necesarios para no permitir que delincuentes internacionales se aprovechen de sus necesidades.
La pasada semana, unos 2 mil cubanos inmigrantes abarrotaron el área de Paso Canoas, en la frontera común entre Panamá y Costa Rica, deseosos de continuar su camino al norte.