Ante la posibilidad del cierre de albergues en la frontera de Paso Canoas, Chiriquí, lo que dejaría en la calle un poco más de 600 cubanos, la Iglesia Católica informó que buscará ayuda del Gobierno así como un nuevo lugar que funcione de refugio para los inmigrantes.
Siedney Candanedo, coordinador de Pastoral Social Caritas de la Diócesis de David, dijo que por instrucciones del cardenal y obispo de David, José Luis Lacunza, fueron a la frontera para conocer la situación de los cubanos que llegan todos los días a esa zona
Este jueves, agregó, se efectuará una reunión con los sacerdotes, los miembros de Justicia y Paz así como Caritas para ver la posibilidad de abrir un albergue para mujeres, niños y enfermos.
Han conversado, por ejemplo, con el centro de Salud de Paso Canoas para que atiendan los casos más urgentes de los cubanos.
Dijo que les preocupa que todos los días están llegando cubanos a la frontera.
"Ayer [lunes] en la noche llegaron 50 cubanos al área fronteriza y cada vez hay más".
Por ahora quieren establecer una coordinación con Senafront para ver donde se podrá colocar unos baños. También están preocupados porque los niños no tienen leche y tampoco tienen medicamentos.
Por su parte, Sietdiel Martínez, vocero de los cubanos, dijo que les preocupa su situación porque todos los días llegan entre 40 a 50 cubanos.
Piden al presidente Juan Carlos Varela que los ayuden, para poder avanzar hasta llegar Estados Unidos.