El virus zika resultaba desconocido hasta que al menos unos 23 países se vieron afectados por el brote.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Barbados, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guadalupe, Guatemala, Guyana, Guyana Francesa, Haití, Honduras, Martinica, México, Panamá, Paraguay, Puerto Rico, San Martín, Surinam, Venezuela y Estados unidos pertenecen a esta lista de países, en donde parte de la población padece la enfermedad ocasionada por este virus.
DESCRIPCIÓN Y ORIGEN
El zika es similar al dengue y a la fiebre amarilla.
Se trata de un virus emergente transmitido por mosquitos que se identificó por vez primera en Uganda, en 1947, en macacos de la India a través de una red de monitoreo de la fiebre amarilla selvática. Posteriormente, en 1952, se identificó en el ser humano en Uganda y la República Unida de Tanzania.
TRANSMISIÓN
El principal modo de transmisión es a través del mosquito Aedes aegypti. Pero hay casos de transmisión sexual (pues permanece en el esperma durante más tiempo), perinatal (de la madre al feto) y sanguínea.
DIAGNÓSTICO E INCUBACIÓN
El diagnóstico del virus se puede realizar por detección por PCR del material genético (ARN) del virus durante el período de viremia, es decir, cuando hay presencia del virus en sangre. También se puede analizar la presencia del material genético del virus en saliva o en orina, donde sí puede permanecer durante más días, incluso tras la resolución de los síntomas.
El proceso de incubación suele oscilar entre 3 y 12 días. Tras este período, aparecen los síntomas. Sin embargo, la infección también puede presentarse de forma asintomática.
SÍNTOMAS
se caracterizan por ser manchas rojas por la piel, fiebre intermitente, manchas en los ojos y dolores en los músculos, las articulaciones y la cabeza. Con menor frecuencia se han registrado edemas, dolor de garganta, tos, vómitos y presencia de sangre en el semen.
Los síntomas, en general, desaparecen de forma espontánea tras un período que puede ir de tres a siete días. Sin embargo, los dolores en las articulaciones pueden persistir durante hasta un mes.
TRATAMIENTO
Según la OPS, la enfermedad por el virus no necesita tratamiento específico. Los pacientes deben estar en reposo, beber líquidos suficientes y tomar analgésicos comunes para el dolor. Si los síntomas empeoran deben consultar al médico. En la actualidad no hay vacunas.
No se recomienda el uso de aspirinas por el riesgo de sangrado que acarrea. Recomiendan necesario mantenerse alejado del paciente al menos durante la primera semana de la enfermedad para evitar el contagio.
PREVENCIÓN
La forma más eficaz de prevenir la infección es evitando las picaduras de mosquito, para esto se recomienda el uso constante de repelentes.
Existen ropas ya preparadas con tratamientos o se pueden tratar las propias ropas. Hay mosquitos que pican a través de la ropa, aunque con mayor dificultad que sobre la piel desnuda, por lo que es recomendable llevar mangas y perneras largas para optimizar la protección contra los mosquitos si el tiempo lo permite.
Se recomienda el uso de mosquiteros en puertas y ventanas, y dormir en una cama que también disponga de mosquitero.
Además, es conveniente no tener agua dulce en macetas o similares en los interiores para evitar atraer a los mosquitos.