Por estos días, un proyecto de la Nasa captará información sobre factores relacionados con el medio ambiente de Panamá, con el fin de que sea de utilidad para investigaciones científicas en el país.Desde el miércoles 11 está en el istmo un avión del Jet Propulsion Laboratory (uno de los 12 centros de la Nasa en Estados Unidos), que contiene un sensor radar, el cual el lunes 16 sobrevolará la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá, específicamente la isla de Barro Colorado, así como áreas adyacentes. Se trata del Vehículo Aéreo de Apertura Sintética Deshabitada (UAVSAR, por sus siglas en inglés), cuyo radar está instalado en un contenedor que se ubica debajo del avión. El avión fue presentado ayer viernes 13.Este avión, tipo Gulfstream GIII, contiene un sensor de alta tecnología de radar que tiene como objetivo adquirir imágenes que ayudarán a recrear mapas de los bosques y su biomasa, humedales y recursos hídricos, volcanes, entre otros temas. La científica brasileña Naiara Pinto, doctora en ecología, evolución y comportamiento y actual coordinadora científica de esta misión, explica que el UAVSAR es un radar de apertura sintética. Es un instrumento que cuenta con un sensor activo que emite una señal que “interactúa con la superficie de la Tierra, y el instrumento registra lo que se dispersa hacia atrás de la superficie. La fase de la señal recibida nos indica qué tan cerca está el objetivo del sensor”. Esto se utiliza para identificar deformaciones de la superficie, “lo cual es relevante para el estudio de fenómenos, como lo son terremotos y volcanes”.No se trata de la primera vez del UAVSAR en Panamá. En 2010 este instrumento sobrevoló la cuenca hidrográfica del Canal, la isla Coiba, áreas en las provincias de Chiriquí y Veraguas, así como la comarca Ngäbe Buglé. “Esperamos que los resultados obtenidos sean de utilidad para investigadores locales del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales y otras instituciones panameñas”, afirma.El avión partirá el mismo lunes.
RADIOGRAFÍA DEL MEDIO AMBIENTE
El Vehículo Aéreo de Apertura Sintética Deshabitada (UAVSAR, por sus siglas en inglés) de la Nasa, que el lunes 16 sobrevolará la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá para obtener información de sus condiciones ambientales, es un proyecto que busca salvaguardar el medio ambiente.
En palabras de la doctora Naiara Pinto, coordinadora científica de esta misión, es un proyecto en el que intervienen varias disciplinas científicas. “Esencialmente servimos como una especie de ‘laboratorio’ para científicos que quieren probar y desarrollar nuevos enfoques para hacer teledetección. Un día, estas metodologías podrán ser utilizadas como parte de esfuerzos de monitoreo de mayor tamaño”.
La cantidad de científicos involucrados en este proyecto, que ha recolectado información científica desde 2009, varía de un año a otro.
Actualmente, los investigadores principales del UAVSAR para Centroamérica y Suramérica son: Paul Lundgren, Marc Simard, Scott Hensley, Bruce Chapman junto a Naiara Pinto, todos miembros del Jet Propulsion Laboratory de la Nasa, así como Laura Frulla y Ana Medico, de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales de Argentina.
UTILIDAD ‘VERDE’
Las imágenes captadas por el UAVSAR son un complemento para la investigación científica sobre bosques y humedales, cita la doctora Pinto, ya que estos mapas a gran escala se integran en estudios ecológicos que buscan cuantificar su rol en el ciclo del carbono.
“También hemos fotografiado imágenes de glaciares para cuantificar qué tan rápido se están moviendo, y que ayudan a evaluar el impacto de los cambios de temperatura en la criósfera (parte de la corteza terrestre donde se forma el hielo)”, dice.
ESTUDIO
Una de las científicas que ha utilizado las imágenes captadas por el UAVSAR ha sido la panameña Erika Podest, doctora en física aplicada al medio ambiente, quien es investigadora del Jet Propulsion Laboratory de la Nasa.
En entrevista a La Prensa vía correo electrónico, la doctora Podest cuenta que entre los diversos proyectos en los que está involucrada se encuentra uno relacionado con el estudio de los humedales y, para el mismo, ha utilizado datos suministrados por el UAVSAR los cuales han sido de “gran beneficio”.
“Los humedales pueden capturar y almacenar grandes cantidades de dióxido de carbono, pero también ser grandes productores de metano, un gas invernadero que se produce cuando los humedales se encuentran inundados. Los datos del UAVSAR proporcionan un alto nivel de detalle sobre la vegetación y nos permiten identificar diferentes tipos de humedales y si se encuentran inundados, lo cual nos permite determinar su extensión y su impacto sobre el medio ambiente”.
Esto último lo ha podido aplicar en los humedales de la selva Amazónica del Perú, en la reserva Pacaya-Samiria, cerca de la ciudad de Iquitos, que contiene una gran cantidad de humedales, y es un área “enorme, remota y casi inaccesible”.
“En 2014 recolectamos datos de UAVSAR sobre esta área. Las imágenes nos permitieron identificar diferentes tipos de humedales en esta área, y específicamente uno llamado Aguajal. Estos proveen sobresalientes servicios ambientales, debido a que por ser grandes reservas de carbono pueden almacenar de tres a cinco veces más carbono por hectárea que cualquier otro ecosistema tropical. La gran importancia de estos es que impactan significativamente en la mitigación de los cambios climáticos en el globo”.
A juicio de la doctora Podest, la función del UAVSAR actúa como un aliado para el estudio del medio ambiente a “un gran nivel de detalle e información”, complementando con ellos datos globales suministrados por imágenes de satélites.
“Estas imágenes de UAVSAR nos ayudan a definir, diagnosticar y transmitir con mayor precisión las conclusiones pertinentes. Ejemplos de ellos son la observación de fallas sísmicas y sus movimientos, la pérdida de hielo de los glaciares y estimaciones de almacenamiento de carbono en la vegetación, entre otros”, añade.