En el humedal bahía de Panamá y toda su zona de amortiguamiento se prohibirán más proyectos y nuevas obras de construcción hasta cuando exista un plan de manejo para esa reserva.Organizaciones ambientales consideran ese punto como uno de los más importantes contenidos en el proyecto de Ley No. 39. La norma fue aprobada en tercer debate por la Asamblea Nacional y le otorga el estatus de área protegida a ese refugio de vida silvestre. Esta es la segunda área protegida marina custodiada por una ley de la república, después del Parque Natural Coiba, declarado como tal hace casi 11 años. Las demás zonas se conservan bajo decretos y resoluciones. Asociaciones como la Sociedad Audubón de Panamá, el Centro de Incidencia Ambiental (Ciam) y la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (Ancon) aspiran ahora a la sanción de la Ley No. 39 por parte del presidente de la República, Juan Carlos Varela. La directora de Áreas Protegidas y Vida Silvestre de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam), Zuleika Pinzón, indica que una vez el mandatario brinde el visto bueno a la norma, prosigue en primer lugar el nombramiento de tres guardaparques para el área. Este humedal comprende la porción de costa de la bahía de Panamá dispuesta desde el corregimiento de Juan Díaz hasta el estero del distrito de Chimán. Su extensión sobrepasa las 85 mil hectáreas: 39 mil 703 corresponden a superficie terrestre, y 45 mil 960 a superficie marina.La Anam priorizará también el gestionamiento de un plan de manejo, según establece el proyecto de ley aprobado. En su artículo 12 ordena: “Anam elaborará el plan de manejo en un plazo no mayor de dos años, contado a partir de la entrada en vigencia de la ley, en coordinación con el Comité Nacional de Humedales de Panamá, la sociedad civil y aquellos actores que puedan contribuir en su elaboración”.En este sentido, Pinzón subraya que adelantan ya varias gestiones porque un plan de manejo dicta las reglas o normas para una reserva natural.
Considera probable el uso de fondos de ayuda internacional para cumplir con estas labores, pues es “costosa” la elaboración de ese instrumento ambiental.Pone de ejemplo el plan de manejo del humedal de importancia internacional golfo de Montijo. Se encuentra en la parte sur de la provincia de Veraguas, comprende los distritos de Montijo, Soná, Río de Jesús, Mariato y Santiago, y abarca una extensión de 89 mil 452 hectáreas; integradas por áreas marinas y terrestres.Según Pinzón, el plan de manejo para este refugio costó $300 mil y tiene casi la misma extensión del humedal bahía de Panamá. La Sociedad Audubón de Panamá, a través de su directora, Rosabel Miró, ha demandado con frecuencia un plan de manejo de la bahía de Panamá. Audubón presentó hace dos años un plan de conservación para los humedales de la bahía de Panamá. La elaboración del informe tardó dos años. En este documento se detallan las bondades que ofrecen los humedales, así como los daños a la fauna y la vegetación actuales. Además, hace recomendaciones para evitar la desaparición de los manglares y de algunas especies marinas.
Miró señaló en su momento que el plan de conservación puede servir de “complemento” del plan de manejo de la bahía de Panamá y que debía desarrollar la Anam.
Audubón sugiere para esa reserva, entre otros puntos, desarrollar planes de ordenamiento territorial, elaborar un programa educativo para niños, fortalecer la capacidad de las autoridades locales, hacer labores de investigación y monitoreo del área, impulsar mejores prácticas de manejo de fincas, fomentar el manejo comunitario de desechos y propiciar el uso sostenible de los recursos.
No obstante, la ley aprobada exige un monitoreo ambiental permanente para identificar los efectos de las actividades autorizadas en el área y si es del caso tomar las medidas correctivas. Entre ellas se halla la suspensión temporal o definitiva de las actividades cuando estas incumplen los objetivos de la zona.
MÁS RECURSOS
El exdirector de Legal de Anam Harley Mitchell, hijo, destaca la decisión de la Asamblea. Califica como “positivo” el aprobar el documento y sostiene que al presidente Varela le corresponde ahora demostrar que su gobierno busca un desarrollo sostenible de los recursos nacionales.
Recuerda destinar los recursos para custodiar el humedal y elaborar su respectivo plan de manejo, ya que muchas áreas del país no tienen ese instrumento.
En el país hay 105 áreas protegidas y solo 23 tienen su plan de manejo, precisan datos oficiales. Estas reservas representan el 40% del territorio nacional. Es decir, 3 millones 578 mil 479 hectáreas por conservar.
Mitchell se refiere también a los más de 20 proyectos cercanos a esa zona y que ejercen gran presión a la zona de amortiguamiento del humedal. Van desde simples rellenos hasta canchas de golf y edificios.
“Pienso que a diferencia de Coiba, que es la otra reserva marina protegida por ley, en bahía de Panamá hay más riesgos y por eso es de gran importancia lo que surgió de la Asamblea”, indica.
Los últimos informes elaborados por organizaciones ambientales declaran un total de 21 proyectos contados en los humedales de la bahía de Panamá y fuera de la zona protegida.
Nueve están en construcción y el resto tramita permisos ante el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial, el Municipio de Panamá y la Anam.
UN GRAN PASO
En medio de la aprobación de este proyecto de ley, el Ciam ha ofrecido talleres con reconocidas figuras sobre la sostenibilidad de los manglares de Panamá.
En este entorno académico, el Ciam invitó a Panamá a José Luis Andrade, experto ambiental y miembro del Centro de Investigación Científica de Yucatán, México, y quien considera el manglar como una especie vital para el desarrollo de los
pueblos.
Según Andrade, constituyen la “primera barrera” de defensa para un territorio. En referencia a México, resaltó su importancia debido a la frecuencia de huracanes.
Sobre el humedal bahía de Panamá exaltó su importancia para este país, pero también para el mundo entero por la función que ejerce. Explicó que todos los años pasan por esa bahía millones de aves migratorias de todo el planeta, y sostuvo que sirve de fuente de alimentos para muchos países del Pacífico. Allí se forman grandes cantidades de peces y mariscos.
“Pienso que Panamá ha dado un gran paso en elevar a ley la protección de este
humedal de importancia internacional. Hay que seguir en comunión con la naturaleza y los panameños deben tener presente que un área protegida es un banco para las futuras generaciones”, concluyó.
Esta iniciativa fue propuesta por el diputado Elías Castillo, pero contó con el apoyo de organizaciones como Audubón, Ciam, Ancon, MarViva, entre otras que protestaron durante los últimos 10 años contra los proyectos en la zona.
