El 50% de los sitios naturales que ostentan la categoría de Patrimonio Mundial de la Humanidad, que otorga la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), se encuentran amenazados.
Un estudio realizado y publicado por el Fondo Mundial de la Fauna Silvestre (WWF, por sus siglas en inglés), un organismo asesor de la Unesco en temas ambientales, precisó que de las 229 reservas naturales con esa categoría en el mundo, cerca de 114 son impactadas por concesiones de gas, petróleo, hidroeléctricas, minería, o por otra actividad industrial “dañina”.
Panamá cuenta con tres sitios naturales que poseen esa distinción: el Parque Nacional Coiba en Veraguas, el Parque Nacional Darién, y el Parque Internacional La Amistad, ubicado entre Chiriquí y Bocas del Toro.
Este último está dentro de la lista de las 114 reservas “amenazadas por actividades industriales perjudiciales”. En esa condición también están otros lugares como: la Reserva de la Biosfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar en México, el Parque Nacional Huascarán en Perú, el Parque Nacional del Río Subterráneo de Puerto Princesa en Filipinas, el Santuario Nacional de Aves de Djudj en Senegal, y la Bóveda de Vredefort, en Sudáfrica.
UNA ADVERTENCIA
Isaías Ramos, biólogo del Centro de Incidencia Ambiental (Ciam), señaló que esto es un llamado de atención a las autoridades para que se corrija lo que ocurre en esa reserva que está entre Panamá y Costa Rica.
En territorio panameño, el parque La Amistad cuenta con 207 mil hectáreas de bosques nubosos, de las cuales el 95% se encuentra en la provincia de Bocas del Toro y el 5% restante en Chiriquí, mientras que en Costa Rica hay 400 mil hectáreas.
Según Ramos, en esa reserva hay riesgos, como la construcción clandestina de caminos y carreteras de acceso hacia diferentes puntos del parque desde Guadalupe, Jurutungo, Cotito y Los Pozos, hacia Nueva Zelanda, La Ceiba, Colubre, Valle Libre y áreas en Boquete, sin la debida consideración ni con el patrimonio natural.
También argumentó que se presentan actividades de roza y quema provocadas para facilitar la expansión de la frontera agrícola y a veces como estrategias de caza.
“Todo esto sin mencionar los proyectos hidroeléctricos, que si bien no se encuentran actualmente dentro del parque, sí afectan a las cuencas que están en el mismo. Esto también provoca nuevos reasentamientos humanos por las actividades de construcción, producto de las obras a gran escala”, dijo.
Por su parte, Damaris Sánchez, coordinadora de proyectos de la Fundación para el Desarrollo Integral, Comunitario y Conservación de los Ecosistemas en Panamá, argumentó que como activistas han participado en consultas sobre el parque, para conocer su estado actual, el cual no es el mejor. “Venimos denunciando esta situación desde hace varios años y los gobiernos no prestan atención”, puntualizó Sánchez.
A la vez, sostuvo que se deben aplicar las sanciones administrativas y penales a los que estén causando daños a este y a todas las áreas protegidas, como lo que está ocurriendo en Darién.
Actualmente, las autoridades del Ministerio de Ambiente han contabilizado daños por los incendios provocados a más de 10 mil hectáreas en esa provincia.
De hecho, aún un equipo formado por personal panameño y de Estados Unidos se mantiene en varias reservas de Darién, tratando de apaciguar el fuego.
DIAGNÓSTICO DEL ÁREA
En estos momentos, el Ministerio de Ambiente elabora un plan de evaluación ambiental sobre el Parque Internacional La Amistad para obtener un diagnóstico de esa reserva.
Samuel Valdés, director de Áreas Protegidas de esa entidad, explicó en su momento que la idea es conocer cuánto han avanzado los asentamientos humanos en ese parque natural, y cuál ha sido el impacto de actividades como la ganadería y la construcción de hidroeléctricas en la zona.
Dijo que eso permitirá determinar las próximas estrategias para, junto con Costa Rica, conservar ese refugio. Precisamente, entre 2015 y 2016 ambas partes han sostenido reuniones y han llevado a cabo recorridos por el área.
En esas giras han participado también representantes de organizaciones ambientales como el Ciam, técnicos de Unesco, y funcionarios del Gobierno.
Del lado de Panamá se han identificado en el parque La Amistad 550 especies de aves, que representan más del 50% de las 986 especies registradas para el país.
Igualmente, se han encontrado algunas especies de mamíferos como el jaguar, el puma, el ocelote, el pizote, el zaíno y el tapir.
UNA ADVERTENCIA
Isaías Ramos, biólogo del Centro de Incidencia Ambiental (Ciam), señaló que esto es un llamado de atención a las autoridades para que se corrija lo que ocurre en esa reserva que está entre Panamá y Costa Rica.
En territorio panameño, el parque La Amistad cuenta con 207 mil hectáreas de bosques nubosos, de las cuales el 95% se encuentra en la provincia de Bocas del Toro y el 5% restante en Chiriquí, mientras que en Costa Rica hay 400 mil hectáreas.
Según Ramos, en esa reserva hay riesgos, como la construcción clandestina de caminos y carreteras de acceso hacia diferentes puntos del parque desde Guadalupe, Jurutungo, Cotito y los Pozos, hacia Nueva Zelanda, La Ceiba, Colubre, Valle Libre y áreas en Boquete, sin la debida consideración ni con el patrimonio natural.
También argumentó que se presentan actividades de roza y quema provocadas para facilitar la expansión de la frontera agrícola y a veces como estrategias de caza.
“Todo esto sin mencionar los proyectos hidroeléctricos, que si bien no se encuentran actualmente dentro del parque, sí afectan a las cuencas que están en el mismo. Esto también provoca nuevos reasentamientos humanos por las actividades de construcción, producto de las obras a gran escala”, dijo.
Por su parte, Damaris Sánchez, coordinadora de proyectos de la Fundación para el Desarrollo Integral, Comunitario y Conservación de los Ecosistemas en Panamá, argumentó que como activistas han participado en consultas sobre el parque, para conocer su estado actual, el cual no es el mejor. “Venimos denunciando esta situación desde hace varios años y los gobiernos no prestan atención”, puntualizó Sánchez.
A la vez, sostuvo que se debe aplicar las sanciones administrativas y penales a los que estén causando daños a este y a todas las áreas protegidas, como lo que está ocurriendo en Darién.
Actualmente las autoridades del Ministerio de Ambiente han contabilizado daños por los incendios provocados a más de 10 mil hectáreas en esa provincia.
De hecho, aún un equipo formado por personal panameñp y de Estados Unidos se mantiene en varias reservas de Darién tratando de apaciguar el fuego.
DIAGNÓSTICO DEL ÁREA
En estos momentos, el Ministerio de Ambiente elabora un plan de evaluación ambiental sobre el Parque Internacional la Amistad para obtener un diagnóstico de esa reserva.
Samuel Valdés, director de Áreas Protegidas de esa entidad, explicó en su momento que la idea es conocer cuánto han avanzado los asentamientos humanos en ese parque natural, y cuál ha sido el impacto de actividades como la ganadería y la construcción de hidroeléctricas en la zona.
Dijo que eso permitirá determinar las próximas estrategias para, junto con Costa Rica, conservar ese refugio. Precisamente, entre 2015 y 2016 ambas partes han sostenido reunidos y han llevado a cabo recorridos por el área.
En esas giras han participado también representantes de organizaciones ambientales como el Ciam, técnicos de Unesco, y funcionarios del Gobierno.
Del lado de Panamá se han identificado en el parque La Amistad 550 especies de aves, que representan más del 50% de las 986 especie registradas para el país.
Igualmente, se han encontrado algunas especies de mamíferos como el jaguar, el puma, el ocelote, el pizote, el zaíno y el tapir.