La administración de transportes parisinos (RATP) de Francia llevó a cabo este sábado una primera demostración de un minibús sin chófer, completamente eléctrico, en una muestra de su interés por la nueva moda de transporte autónomo y ecológico.
Compacto y cuadrado, el pequeño vehículo blanco con lunares verdes recorrió durante toda la tarde un circuito de unos cientos de metros en las riberas del Sena, bajo la mirada divertida y curiosa de los viandantes.
Desprovisto de volante y del espacio del conductor, el minibús EZ10, del constructor francés Easymile, dispone de suficiente espacio para transportar a una docena de pasajeros, con la condición de que éstos vayan de pie.
El vehículo circula a 25 km/h. Ya ha sido probado en circuitos cerrados en Holanda, Japón, Singapur y California (EEUU). En Helsinki lo probaron en carreteras.
Gracias a su tecnología de pilotaje, adapta su velocidad a su entorno y puede, en caso necesario, detenerse completamente para seguridad de los peatones y de los pasajeros, según sus promotores.
Antes que la capital francesa, Lyon (centro-este del país) ya probó en septiembre su propio servicio de minibús sin conductor.
Dos vehículos Arma, de la empresa francesa Navya, ya probados en Sion (Suiza), cubren un trayecto de 1.3 kilómetros en un nuevo barrio de la ciudad.
Cada uno puede transportar hasta 15 pasajeros a una velocidad de 20 km/h, y están equipados con cámaras de dirección con visión en estéreo y sensores láser.
Una joya de la tecnología, a 215 mil dólares la unidad, de la que habrá que estudiar su rentabilidad económica.