Animal, una manada creativa



En el mundo salvaje, un miembro de una bandada peligra menos si se mueve hacia el centro del grupo que huye de su depredador en los momentos de amenaza.

Y si es así, se observará que la manada trabaja como una unidad en movimiento, en esa búsqueda inconsciente de su bienestar.

Para Christian Bradford, Félix Guardia, Carolina Borrero, Tomás Cortés-Rosselot y Martín Proaño, la teoría, divulgada por William Hamilton –considerado uno de los los teóricos evolutivos más importantes de este tiempo­ es también aplicable dentro del mundo audiovisual.

Al parecer, la sola palabra “Animal’ es sencilla y fuerte; nos identifica y fue lindo que el nombre saliera y rápidamente pegara esto de ‘los animales’. Creamos una identidad muy sencilla y rápida para engancharse”, dice Martín Proaño, director y editor de este colectivo, llamado así para para dejar de ser nombres e individuos y ser una manada.

cuadrilla inseparable

Si bien el día en que Animal nació como compañía productora fue el 1 de septiembre de 2014, sus integrantes se comenzaron a conocer a partir de 2011.

Como en todo relato, todo empezó cuando “unos cuantos de nosotros fuimos a filmar una presentación de Carlos Méndez”, cuenta Christian Bradford, director de fotografía y productor. “Estaban Martín y Carolina y sentí que había gente agradable para hacer cosas”.

Pero en enero de 2012, los cinco coincidieron para la realización de un cortometraje, cuyo guión habían elaborado entre todos, llamado La grandísima culpa, con el que obtuvieron un premio del Festival Internacional de Cortometrajes Hayah.

“Ahí fue donde colaboramos desde la preproducción hasta la edición”, afirma Félix Guardia, director y productor de Animal. Era la “prueba para todos, para ver si podíamos hacer cine”.

Pero el primer trabajo audiovisual presentado públicamente, con el logotipo diseñado por Anna Carolina Gelabert fue el que se hizo para Teatro Amador, presentado en febrero de 2014.

“Para mí fue el trabajo más complejo”, confiesa Carolina Borrero, directora y productora de Animal, “porque fueron muchas noches sin dormir para que estuviera listo para la reapertura”.

Además de Teatro Amador, Animal tiene en su cartera de clientes a Almanaque Azul, Ricardo Pérez, Academia de danza Steps, International School of Panama, Etesa, el proyecto “Panamá en el corazón”–una serie de 13 videos musicales de la cantante panameña Patricia Elena Vlieg– y dos fundaciones, a las que le encontraron su esencia para crear un concepto.

“Todo tiene un alma y se trata de trabajar en eso; de una manera divertida y que sea visualmente atractivo”, se refiere Martín Proaño, respecto al trabajo hecho para Fundación Calicanto y Pro Niños del Darién.

dos experiencias en dos fundaciones

En un video de siete minutos, Félix Guardia, Martín Proaño y Christian Bradford reunieron tres elementos que, según ellos, gustan mucho: niños bailando, Casco Antiguo y emoción.

“Todo el mundo quiere un video como ese”, dice entre risas Carolina Borrero.

Mi cuerpo, mi fuerza, fue realizado para el Programa Enlaces, de la Fundación Calicanto, que apoya a niños de los barrios de San Felipe y El Chorrillo, para desarrollar sus capacidades en artes escénicas como método de prevención.

El proyecto se hizo en el marco de la presentación final del curso en el teatro Anita Villalaz el 28 de agosto de 2014.

“Queríamos reflejar que era una fundación de niños que bailan, y de qué trata la fundación y el programa, dejando de lado la sensiblería y el melodrama, concentrándonos en que son niños divertidos”, dice Félix Guardia, su director, sobre lo que se quería mostrar: los logros.

El rodaje de Agua limpia transforma vidas, campaña de la Fundación Pro Niños de Darién, se produjo ad honórem con un equipo de “tres animales” que hicieron una gira de dos días por escuelas y comunidades en Metetí, Simba y Alto Playona en la provincia de Darién, en octubre de 2014.

El video es pieza central en una campaña de recaudación de fondos para proyectos de recolección y filtrado de agua.

“Tomamos un proyecto siempre que tengamos libertad artística de hacer algo que nos llene y sea una experiencia linda”, asegura Martín Proaño, ya que “nunca habíamos ido a Darién”.

Al llegar a la provincia fronteriza, “hicimos una búsqueda”, afirma Christian Bradford. “Nos enteramos de muchas cosas, como la falta de agua y de la construcción de grandes escuelas que no tienen agua potable”.

Si bien el enfoque de la campaña era muy claro ­ explicar el proyecto de potabilización y recolección de agua de lluvia­ los cineastas, al ver la realidad en la que se sumergieron por dos días, lo consideran uno de sus trabajos más intensos y dolorosos, “por todo lo que no se pudo contar”, afirma Martín Proaño.

“Más allá de las conclusiones propias, el fin de Agua limpia transforma vidas es para recaudar fondos, no para hacer una denuncia”, dice, sin embargo, agrega que la posibilidad de divulgar todo lo que no se sacó queda como algo pendiente.

Es innegable que con cinco intereses e ideas se logra una diversidad de temas, que dan la oportunidad de potenciar cada propuesta e impulsarla, para dejar atrás el interés de cada uno y mirar el que se tiene en común: hacer cine.

Su arte tiene muchas facetas, momentos, procesos, sectores, ensayos, errores. Y ante eso, “cinco animales”–entre ellos, un simio, una gata, un jaguar, un águila y un pato– han aprendido y los años han dejado claro que el trabajo en equipo no solo es importante, sino que, como en toda manada, se da cuenta de que uno, simplemente, no puede trabajar solo.

Tras las cámaras

proyectoS

Hoy, los productores de Animal tienen listo el guión de su primera película, ‘Buscando Bejuco’, premiado por el Fondo Cine del Ministerio de Comercio e Industrias. También, preparan un documental sobre el pintor Julio Zachrisson y un tercer largo documental: ‘La secreta memoria’. Cuentan con 20 trabajos en su sitio web.

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