Sillas, boxeo y cifras

Sillas, boxeo y cifras


Del taller de Tabo Toral, las obras fluyen sin cesar. Su ritmo de trabajo es inagotable. Si no está de viaje, prefiere pintar durante las tardes hasta bien entrada la noche: Baja las escaleras de su casa y se instala en el estudio. Estira todas las telas – que pueden ser 15 a la vez– y empieza a dibujar en carbón el tema elegido.

Luego vienen las matemáticas, que son fórmulas creadas por él mismo y que le permiten una composición armoniosa de líneas.

Después se dispone a descomponer con acrílicos, “buscando campos de color, buscando un fondo”.

Transcurren meses, pero cuando salen, el artista alumbra 15 o más creaciones de manera simultánea. Un maravilloso parto múltiple cuyos vástagos quedarán en el estudio por dos o tres años hasta completar una muestra.

En esta ocasión, el tema de las sillas y los boxeadores que hasta finales del mes de diciembre estará en Arteconsult, es su perfecta “excusa para hacer arte”.

La idea de las sillas surge de dos libros de dibujos -diseños de sillas- que estuvo haciendo el año pasado en Colombia y que aún no ha publicado, pero serán ediciones limitadas en serigrafías. Verdaderas obras de arte, promete.

Por su parte, el boxeo es un tema que le rondaba la mente desde hacía un par de años.

Surge por “la fiebre del panameño con el boxeo, que es parte de nuestra idiosincrasia”, dice.

La persistencia de la línea geométrica en su obra “viene de la escuela rusa, del constructivismo, en la que se construye buscando lo mínimo, la idea era enaltecer la industria, viene de la revolución, pero lo mío no es nada ideológico, pero de ahí partimos”, comenta el artista plástico que en agosto pasado cumplió 60 años.

Su “fórmula matemática” para realizar las líneas consiste en trazar los ejes de la tela sobre la superficie en la que trabaja, como guías.

Después, va partiendo el área, valiéndose de las medidas del ancho y largo de la tela, las divide por la mitad y así sucesivamente. Es un juego de números y formas.

“Voy haciendo fórmulas matemáticas que me van dando la composición básica y se va construyendo solo, ese es el esqueleto” y sobre el mismo pone un objeto que puede ser una bola, una silla, un boxeador…

El color es la parte más intuitiva, “a veces me obsesiono con buscar un color, últimamente quiero negar un color y he estado buscando hacia los grises, pero me está costando porque dejar el color en Panamá es difícil por la luz, solo miras por la ventana y ves todo verde y luminoso”.

Actualmente, se ocupa de una serie que sugiere el tema del Canal: “Retomo el abstraccionismo que trabajé en los 1970, luego, a principios de 1980 en Nueva York fue cuando empecé a hacer murales y me volví figurativo, esta serie (sillas y boxeadores) son los rezagos de la figuración”.

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