Los ‘gigantes verdes’ del Darién

Los ‘gigantes verdes’ del Darién


En el Darién profundo se encuentran los que posiblemente son los árboles más grandes y antiguos del país, “gigantes verdes” incrustados en la selva, que han empezado a ser estudiados por un equipo de científicos del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (Stri).

Tras una trilogía de recorridos en 2019, la misión científica, siempre en compañía de miembros de las comunidades emberá del río Balsa y del Servicio Nacional de Fronteras, logró identificar 66 árboles de grandes proporciones y el más espigado registró 78 metros de alto, “el árbol más alto del país”, apunta la doctora Catherine Potvin, integrante de la expedición. Más, cuando en Panamá se considera “que el bosque no crece más de 50-55 metros de alto”.

Y si imponente es la altura que alcanzan estos titanes, impresiona más su longevidad: “Utilizando tasas de crecimiento mediana de los árboles en la isla de Barro Colorado, se estima que la edad de estos árboles debe estar entre 250 y 600 años”. Es decir que ya eran árboles de respetable tamaño cuando los hombres de Cristóbal Colón llegaron a Panamá, ilustra Potvin.

Acercarse y pararse frente a ellos (almendros de montaña, espavé y bongo, en su mayoría) para disfrutar de su magnitud y frondosidad es “fabuloso”, describe. Es “un tesoro”.

Hay más. La capacidad estimada de carbono almacenado por estos colosos de madera superó las 2,500 toneladas por hectárea, dejando atrás las 130 toneladas reportadas en anteriores estudios. “Y esto no es un error, ni un sueño de los científicos. Es que la misión encontró árboles gigantescos”, justifica Potvin en el artículo Bosque de gigantes que publicó recientemente en la página de internet del Stri (stri.si.edu).

Los científicos establecieron 20 parcelas de monitoreo en el bosque no intervenido de Darién, desde la comunidad de Manene, avanzando 25 km por el río, hasta unos 6 km de la frontera con Colombia. “Tomará uno año más terminar el análisis de todos los resultados, pero ya los científicos pueden confirmar cuán magníficos son los bosques de Darién”.

Semilla del estudio

La investigación pionera tuvo su origen en 2014, cuando el Stri trajo a Panamá una avioneta con tecnología para tomar fotografías del bosque en tres dimensiones y así medir sus tamaños y estimar el carbono que almacenaban.

La experiencia dio pie para que un equipo de científicos decidiera establecer un Observatorio de Bosques Antiguos en Darién. Y tras encontrar y sorprenderse, en la primera expedición de 2019, con un bongo gigante que cedió y cayó en medio de un río, un miembro del equipo, el doctor Matthias Kunz, realizó un aporte esencial para ubicar a los otros gigantes del Darién: usó imágenes satelitales para tratar de identificar las coronas de los árboles más grandes y luego de un exhaustivo análisis, se ubicaron 200 puntos de referencia. La última gira científica logró llegar hasta 66 árboles gracias al estudio de aquellas imágenes.

Resta establecer más adelante en el año el Observatorio de Bosques Antiguos, si el SARS-CoV-2 lo permite, advierte Potvin, para ampliar las investigaciones y “aprender más sobre la vida de estos árboles que han estado en el Darién probablemente desde antes que llegaran los españoles a la tierra que ahora es nuestro país”.

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