El exasesor de seguridad nacional de la Casa Blanca Michael Flynn no aceptó el citatorio del Senado para presentar documentación sobre sus vínculos con Rusia, y apelará a su derecho constitucional de guardar silencio para no autoincriminarse, dijo el lunes su abogado Robert Kelner.
Kelner aseguró que ese citatorio del Senado llega "en medio de una indignante serie de acusaciones" que "alimentan la creciente histeria pública" contra el exasesor de Donald Trump.
Flynn debe enfrentar además las acusaciones de un legislador demócrata de alto nivel, quien lo denuncia por haber engañado al Pentágono sobre sus contactos con Rusia hace más de un año.
Elijah Cummings, quien forma parte del Comité de Vigilancia de la Cámara de Representantes, dijo que Flynn no informó a los investigadores del Pentágono sobre pagos que recibió de organizaciones rusas ni sobre su encuentro con el presidente ruso Vladimir Putin durante una gala en Moscú.
Citando documentos internos del Pentágono, Cummings dijo que "parecen indicar que el general Flynn mintió a los investigadores que lo interrogaron en 2016 como parte de los trámites para la renovación de sus autorizaciones de seguridad". Esta acusación intensificó la presión sobre Flynn, el exasesor de seguridad nacional que se ha convertido en un objetivo en la investigación sobre las relaciones del comité de campaña de Trump con Rusia y la supuesta interferencia de este país en las elecciones presidenciales del pasado noviembre.
En una carta al comité de Inteligencia del Senado para explicar su decisión de no acudir al citatorio del Senado, Kelner dijo que Flynn invocaría su derecho constitucional a no autoincriminarse. "Cualquier testimonio que ofrezca podrá ser utilizado en su contra", explicó Kelner. "Él está siendo objeto de acusaciones indignantes, frecuentemente atribuidas a fuentes anónimas en el Congreso o en otras partes del gobierno estadounidense".
La decisión de no presentarse ante el Senado hace que Flynn se arriesgue a ser acusado de desacato, pero en una declaración conjunta de Richard Burr, presidente de la Comisión de Asuntos de Inteligencia de la Cámara Alta, y el vicepresidente Mark Warner, expresaron tan solo estar "decepcionados" con la decisión de Flynn.
Flynn, exjefe de inteligencia militar que se unió a la administración del presidente Donald Trump, debió renunciar a solo unas a semanas de asumir el cargo de asesor de Seguridad Nacional y es una figura clave en las varias investigaciones sobre la presunta injerencia rusa en la campaña electoral.
Los investigadores analizan un viaje de Flynn pagado por Moscú para asistir a una cena de gala en 2015, en la que se sentó con el presidente Putin, y sus múltiples comunicaciones con el embajador de Rusia en Estados Unidos en el mes de diciembre, después de la elección.
De cumplir con el citatorio del Senado, Flynn se arriesgaba a perder el derecho a acogerse a la Quinta Enmienda si era obligado a testificar en alguna de las investigaciones.