La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó este miércoles medidas cautelares a seis menores migrantes venezolanos que están en riesgo de ser deportados de Trinidad y Tobago por segunda vez.
“La Comisión observó que los seis niños han denunciado que enfrentan riesgos a su vida y a su integridad personal si vuelven a Venezuela”, indicó este ente autónomo de la OEA con sede en Washington.
Los beneficiarios forman parte de un grupo de 16 niños que pidieron asilo en Trinidad y Tobago a principios de noviembre.
Los menores fueron deportados el 21 de noviembre hacia aguas internacionales y obligados a navegar hacia Venezuela en precarias embarcaciones, unos minutos antes de que comenzara la audiencia de su caso.
Tras estar desaparecidos en el mar, los niños volvieron a ser localizados en una comunidad indígena del Delta del Orinoco y desde ahí volvieron a Trinidad y Tobago el 24 de noviembre.
Entonces, obtuvieron respuestas de protección “dispares” de las autoridades, ya que solo algunos lograron permiso para quedarse en el país hasta que su solicitud fuera revisada.
No fue el caso de los beneficiarios de las medidas cautelares que podrían ser deportados tras el fin de la cuarentena que se les impuso, que terminó el 8 de diciembre.
La ONG que solicitó las medidas cautelares indicó que Trinidad y Tobago está realizando “detenciones colectivas y expulsiones de individuos, sin una evaluación legal adecuada de la situación de cada detenido”.
La CIDH pidió a Trinidad y Tobago que adopte las medidas necesarias para “garantizar los derechos a la vida y a la integridad personal” de los niños.
Además solicitó específicamente se abstenga de deportarlos o expulsarlos a Venezuela hasta que las autoridades hayan analizado su caso y los riesgos que denuncian, de una forma que sea conforme a los estándares internacionales.
Según la ONU más de cinco millones de venezolanos salieron de su país desde finales de 2015, forzados por una crisis política y económica que lleva al país con las mayores reservas de petróleo a transitar hacia su séptimo año de recesión.
La CIDH expresó además su “preocupación” de que la deportación fuera llevada a cabo colocando a los niños y a los adultos en piraguas en aguas internacionales, “lo que implica serios riesgos para sus vidas”.