Bolivia tiende puentes con EU



En su segunda legislatura, el presidente de Bolivia, Evo Morales, tuvo que hacer equilibrios para compaginar su retórica anticapitalista y acercarse al mundo empresarial de su país. Ahora, ante el tercer mandato que iniciará a principios de año, el pragmatismo le lleva a tratar de recomponer las relaciones con su peor enemigo. Morales aprovechó la cumbre del ALBA, el domingo en La Habana, para arremeter contra Estados Unidos (EU). Mientras tanto, la diplomacia boliviana trata de tender puentes con Washington, sobre todo para mejorar la imagen del país con vistas a la demanda interpuesta en la Corte Internacional de La Haya contra Chile para buscar una salida al mar.

El canciller, David Choquehuanca, aseguró el jueves que Bolivia ha planteado a EU una reunión entre los presidentes Morales y Barack Obama para recomponer las relaciones bilaterales, rotas desde la expulsión en 2008 del embajador de Washington en La Paz, Philip Goldberg, acusado de injerencia en asuntos internos. EU respondió retirando al embajador boliviano.

El secretario de negocios de EU en La Paz, Peter Brennan, ha sido el enlace con la diplomacia de Morales. “Hemos tenido varias reuniones, en la última planteamos a EU que podamos organizar una reunión al más alto nivel, que se reúnan Morales y Obama; con mucho respeto”, aseguró Choquehuanca. Tras conocerse estas declaraciones, el presidente de la Cámara de Diputados, Marcelo Elío, afirmó que “muy probablemente se puedan reponer embajadores”. “Nos alegra que el Gobierno de Bolivia quiera mejorar las relaciones con EU. Tenemos que trabajar las condiciones, estoy aquí para tratar de establecer una relación de confianza”, respondió el diplomático, según medios locales. Además, el Gobierno boliviano da por hecho que cuando la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, tome de nuevo posesión, enviará embajador a La Paz, de donde lo retiró en 2013.

Desde el Ejecutivo y desde su partido, el Movimiento al Socialismo, se ha insistido en los últimos meses a Morales en la necesidad de trasladar una imagen de país serio y solvente, sobre todo para afrontar su mayor desafío en política exterior: la demanda de una salida al mar que reclama a Chile. Desde que en abril de 2013 se inició el proceso, La Paz ha visto cómo la presidenta Bachelet se ha reunido con Obama –“es mi segunda Michelle favorita”, dijo en junio– o cómo el canciller Heraldo Muñoz hizo lo propio con el secretario de Estado, John Kerry.

“Una relación fluida con EU es imprescindible”, asegura el expresidente Carlos D. Mesa (2003-2005), representante internacional de Bolivia en la causa marítima. En un encuentro con este diario el viernes, Mesa apuntó que la demanda “no es un problema de límites, sino de que Chile le está diciendo al mundo que Bolivia quiere patear el tablero”. Y añadió: “No es así. Lo que queremos es que la Corte Internacional obligue a Chile a negociar”.

De lograr la anhelada salida al mar, Bolivia ganaría, en palabras de Mesa, “un crecimiento del producto interior bruto, libertad para establecer una estrategia de importaciones y exportaciones y, más importante, presencia plena en la cuenca del Pacífico, que es imprescindible, el futuro de la economía mundial está ahí”. En la demanda participa el expresidente Eduardo Rodríguez Veltzé (2005-2006).

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