La Asamblea está muy activa, lo cual debería preocuparnos considerando el calibre de las prendas que tenemos sentadas ahí. Están debatiendo varios proyectos clave a la vez, y todos con goles.
El que más está sonando es el contrato minero, que empezó mal y dudo que termine mejor. Y la responsabilidad de que ese debate esté tan prendido y polarizado es del gobierno. Uno, negociaron a puertas cerradas y no quisieron ni decir quiénes estaban negociando. Todavía están pasando agachados los negociadores. Dos, ni siquiera los que defienden el contrato dicen que es bueno. Es mejor que el actual, alegan. No es lo mismo. Y la participación ciudadana ha sido accidentada desde el día 1 porque, entre otras, los flamantes “honorables” eligieron una metodología de discusión cero técnica, así que ahora tenemos a gente a favor y en contra haciendo catarsis y agrediéndose. Sin transmitirlo, porque a la Asamblea le alcanza su obsceno presupuesto para botellas pero no para equipo técnico… y con la Policía reprimiendo a los que se oponen mientras a los que están a favor los reciben con pleitesías en un cuarto privado. Y a todo esto, el gobierno llamando a los diputados a presionarlos para que lo pasen… y rápido. Esto se hubiera evitado si hubieran hecho las cosas bien desde el inicio… pero no.
Como si eso no bastara, los diputados también discuten la ley de transparencia, que destruiría la única herramienta que tenemos los ciudadanos para pedir información pública y blindaría a los funcionarios que se nieguen a entregarla. Más impunidad.
Los diputados también se disponen a crear más corregimientos a petición de Nito Cortizo, a quien todavía algunos ven como víctima. Y como la cosa es sangrar el erario sin asco, los diputados se montaron en el patín electorero creando otros corregimientos, necesarios solo para ellos.
También están por aprobar la ley de presupuesto, que generalmente aumenta mil millones por año y este año aumentará $5 mil millones que, además, se financiarán con deuda, no con ingresos. Y para acabar, se vuelan 60 y pico artículos de la parte normativa que regulaba (mal, pero regulaba) dietas, viáticos, celular, escolta, consultorías y otros gastos que suman millones. Ahora el gobierno podrá gastar a sus anchas y sin control, con un decreto que pueden cambiar a diario si quieren. Entonces un ministro podría ponerle escoltas a su gente, pues. O subirle las dietas a tanto. Y puede que ni acabe auditado, gracias a que ahora el contralor puede manejar las auditorías a discreción y sin consecuencias.
Les digo. Muchos proyectos a la vez, y todos peligrosos. También está la ley de medicamentos, con más de 300 artículos. Quiero ver qué diputado (de los que saben leer) va a leerse eso…
Ah. También quieren modificar la carrera administrativa (otra instrucción de la “víctima” Nito a 10 meses de irse) para que el próximo gobierno no pueda botar a 48 mil funcionarios que nombraron ellos. Pero claro, cuando ellos llegaron pospusieron los concursos para nombrar a sus momias y activistas, a quienes de paso, les eliminaron la idoneidad como requisito. Obvios y burdos. Y como la idea es perpetuarse, tienen otro proyecto que les permite dejar al gerente de la Cadena de Frío en el cargo por siete años prorrogables desde que se apruebe la ley. O sea, lo nombran y lo dejan dos gobiernos más.
Y hay más: una ley para liberar de impuestos a los turistas hasta en restaurantes, una de marco climático con un viceministerio nuevo, una de juventud con otro viceministerio nuevo, y una ley de deporte, con otro ministerio más. La cosa es saquearnos. Ya vimos cómo el lunes aprobaron, de un manotazo, $14 millones para pagar planilla. Es escandaloso, igual que el proyecto que prohibiría a bancos, aseguradoras y otros despedir a un cliente que sea objeto de una investigación judicial o una nota periodística. O sea que un banco no podría cerrarle las cuentas a Martinelli ni a Varela a pesar de que están en la lista de corruptos de Estados Unidos. ¿Qué tal?
A todo esto, siguen dándole largas a la extinción de dominio, un proyecto que busca quitarle los bienes mal habidos a los corruptos y narcos. Como eso podría afectarlos a ellos, lo tienen durmiendo el sueño eterno. Como las reformas al Código Penal, el que protege a denunciantes anticorrupción y todo lo que huela a prevenir o castigar corrupción. Pero luego lloran porque, pobres… no nos sacan de las listas oscuras.
La Asamblea insiste en debatir lo que el país no quiere e ignora lo que el país pide. Ojo, que lo que quieren hacer nos puede salir caro.
