La cacique general de la comarca Ngäbe Buglé, Silvia Carrera, rechazó que la determinación de varios de los miembros de comisión indígena, de seguir conversando y negociando con el Gobierno el tema de Barro Blanco, no significa que ellos se hayan vendido al Ejecutivo, como plantean los directivos del Movimiento 10 de abril (M-10).
Carrera asegura que como dirigente de la comarca Ngäbe Buglé, ella y los demás caciques regionales y locales que decidieron seguir en la mesa del diálogo bajo la mediación de la ONU, es velar por los intereses de toda la población de la comarca y no de un grupo en particular.
“El grupo afectado siempre va a seguir oponiéndose porque no se le ha consultado, pero de los cuatro puntos que se presentaron en la mesa del diálogo, solo han quedado dos puntos por desarrollar y como autoridad hemos decidido permanecer en la mesa del diálogo para desarrollarlos”, dijo Carrera.
Resaltó que los llamados a cierre de calles y protestas que hace el M-10 y sus miembros no son parte de los lineamientos de los actuales negociadores. “Como autoridad tenemos que actuar con inteligencia y sabiduría, para luchar por las mayorías”, dijo Carrera.
Afirmó Carrera que no solo se debe luchar por el tema de la hidroeléctrica de Barro Blanco, sino por otros problemas sociales como carreteras, agua y salud, de allí que los gobiernos deben saber eso y apoyarlos.
Expresó la cacique general, que el gobierno debe saber también que si no escuchan al pueblo por las necesidades de agua, salud, escuelas o carreteras, ellos tienen el derecho de salir a las calles y protestar para que sean tomados en cuenta.
“Es un deber del Estado el escuchar las necesidades que hay en la comarca Ngäbe Buglé, porque ya llevamos 18 años de creación de la Ley 10, y no hemos visto ese desarrollo que tanto el pueblo indígena ha estado esperando”, añadió
“Le vamos a pedir a las autoridades que caminen y que los proyectos que han prometido para la comarca no queden solo en papeles, sino que se hagan realidad”, dijo la cacica Carrera.