Aquel día, el Consejo General del Estado acordó restablecer la “Asamblea Nacional de Representantes de Corregimientos” para que asumiera las funciones del órgano Legislativo, ante la falta de legisladores por la anulación de los resultados de las elecciones generales del 7 de mayo de 1989.
La Asamblea Nacional de Representantes de Corregimientos originalmente fue convocada en 1972, cuatro años después del golpe militar que derrocó al entonces presidente Arnulfo Arias. En aquel entonces estuvo integrada por legisladores electos por cada corregimiento, por un periodo de seis años. El organismo desapareció con las reformas a la Constitución de 1983, y fue resucitado seis años después. A falta de diputados electos, cada corregimiento aportó un miembro a la nueva Asamblea. Las designaciones se hicieron “de a dedo”.
Además de asumir las funciones que la Constitución reserva al órgano Legislativo, la Asamblea Nacional de Representantes de Corregimientos quedó facultada para “declarar la guerra”, decretar amnistía por delitos políticos y “recomendar” medidas para hacer frente “a la agresión contra la República de Panamá por parte del Gobierno de Estados Unidos y sus aliados”.
La sesión del 9 de noviembre de 1989 se realizó en La Villa de Los Santos –en la víspera de los actos cívicos para conmemorar el Grito de Independencia- y a la misma concurrieron el presidente “provisional” de la República, Francisco Rodríguez, su gabinete y el comandante jefe de las Fuerzas de Defensa, Manuel Antonio Noriega, entre otras autoridades.
Éste cuerpo legislativo estaría vigente hasta que se implementaran unas prometidas reformas a la Constitución, cosa que, como ya se sabe, no ocurrió.