La fiscalía anticorrupción española pidió este viernes para un extesorero del gubernamental Partido Popular, el muy mediático Luis Bárcenas, 42 años de cárcel por su papel en una presunta trama de sobornos que golpea al corazón de la formación conservadora.
El juez Pablo Ruz de la Audiencia Nacional, principal instancia penal española, cerró su investigación de la llamada 'trama Gürtel' en noviembre y encontró evidencia suficiente para juzgar a 43 personas, entre ellas Bárcenas, por delitos presuntamente cometidos entre 1999 y 2005.
En un documento de 507 páginas divulgado este viernes, la fiscalía pide que Bárcenas sea acusado de seis delitos, entre ellos fraude fiscal, blanqueo de capitales y malversación.
De ser declarado culpable en este caso de presuntos sobornos a responsables de seis gobiernos regionales del PP por parte de empresas con contratos públicos, Bárcenas podría ser condenado a 42 años de reclusión.
El caso, uno de los grandes escándalos de corrupción que implican a políticos de izquierda y derecha, sindicalistas, banqueros, famosos e incluso a una hermana del rey, puso en una comprometida situación al jefe de gobierno Mariano Rajoy, que se enfrenta este año a su reelección.
Bárcenas, en prisión preventiva desde junio de 2013, reconoció haber transferido, sin declararlo, millones de euros en donaciones de empresarios a los bolsillos de líderes del partido.
Abandonado en 2013 por Rajoy, quien hasta entonces le había expresado su apoyo, Bárcenas denunció ser un chivo expiatorio en una entrevista este viernes al diario conservador ABC."Quieren que sea el icono de toda la corrupción. Cuando hablan del caso Gürtel, poder decir: 'Nosotros tenemos al tesorero en la cárcel'. Les viene bien que siga aquí por motivos electorales", afirma.
Descrito por quienes lo conocen como meticuloso, calculador y dispuesto a todo para escapar a la cárcel, Bárcenas fue gerente del PP de 1990 a 2008 y tesorero hasta 2009.
Sin embargo, era casi un desconocido cuando en enero de 2013 el diario El País publicó unas anotaciones manuscritas, bautizadas "los papeles de Bárcenas", que señalaban entre los receptores de los fondos no declarados al propio Rajoy.