Morgan Freeman, a sus 76 años, no quiere quedarse dormido en los laureles. Su dedicación al trabajo le hará estrenar hasta seis películas este año, pero esa intensa actividad profesional le lleva a pasar por alto detalles, como la existencia de una nueva cinta sobre Batman.
El actor fue parte de la saga creada por Christopher Nolan sobre el hombre murciélago, en la que apareció en las tres películas encarnando al ejecutivo Lucius Fox, amigo del multimillonario Bruce Wayne, a quien surte con el material necesario para que su álter ego, Batman, lleve a cabo sus misiones.
Freeman, preguntado sobre la nueva aparición del superhéroe en la secuela de Man of Steel, esta vez con el rostro de Ben Affleck, mostró su confusión al respecto en una entrevista con EFE. “Les deseo suerte. No es Warner Bros., seguro. Sé que ellos no lo harían, porque no hay forma de mejorar esas tres películas”, afirmó.
Al ser informado al respecto de que Warner Bros. es, en efecto, el estudio detrás del proyecto anunciado en julio del año pasado, replicó: “¿De verdad? Sin comentarios. ¿Y dices que Jeremy Irons va a ser Alfred? Vaya. Bueno, Jeremy no es Michael Caine -apuntó entre risas-. No sé quién será Lucius, pero te puedo asegurar que no seré yo”.
Así de natural se muestra el ganador del Oscar al mejor actor de reparto por Million Dollar Baby (2004), uno de los más respetados de Hollywood. Su grave voz infunde respeto, y por eso los estudios lo contactan para narrar documentales como el reciente Island of Lemurs: Madagascar y entre otros: Born to be Wild 3D (2011) y March of the Penguins (2005), que Freeman dice prestarse “para educar a la gente”.

