Con la caída de las últimas lluvias de la temporada (crucemos los dedos) se acercan los días azules de mar y cielo.Si en la agonía de 2014 ya empezaban a hacerse frecuentes las excursiones a ese paraíso tropical llamado San Blas, en enero se espera que el número de visitantes aumente. Y es que las tranquilas aguas, la arena blanca y la paz atraen a cientos.De hecho, el turismo se ha convertido en una de las principales fuentes de ingreso para la economía de la comarca Guna Yala, a la que pertenecen las 365 islas del archipiélago de San Blas.
Llegar al paraíso toma poco tiempo, unos 45 minutos por aire (saliendo del aeropuerto de Albrook), o dos horas y media desde la ciudad de Panamá hasta el puerto terminal de Niga Kantule.
Travesía
Por cualquiera de las dos vías es necesario contar con un mínimo de espíritu de aventura. En el primer caso, para subir a una avioneta (con capacidad para seis pasajeros); y en el segundo para recorrer un territorio sinuoso, que da la sensación de estar en una montaña rusa en cámara lenta. Pero hasta los brincos de la lancha que lleva del puerto hacia alguna de las islas quedan atrás al divisarse el baile de las palmeras sobre el oro blanco bañado de turquesa. Tanto, que el primer impulso para los amantes de la arena y el sol puede ser decir: “podría vivir aquí”. Aunque eso no sea posible, hay otras opciones.
Se puede pasar el día en un tour por diferentes islas, acampar o pasar una noche en las cabañas que tienen algunas islas, que cuentan con servicios higiénicos y restaurantes, como en el caso de la isla Perro Chico.
La naturaleza además ofrece otras atracciones, como la llamada piscina natural, un espacio en medio del mar en el que se puede caminar sin que el agua sobrepase la cintura, y se pueden ver las estrellas de mar.
Sí, el entorno en el archipiélago es muy distinto al de tierra firme. Allí el azul puede no ser sinónimo de tristeza, sino de verano, sol y playa.
RECOMENDACIONES
Infórmese: hay paquetes turísticos que incluyen el transporte terrestre, marítimo, almuerzo y paseos por diferentes islas.
Cuide su piel: use protector solar, vuélvalo a aplicar después de bañarse y cada 15 o 30 minutos.
No ensucie: si le gusta lo que ve, procure mantenerlo limpio. Llévese su basura y no la arroje al mar.
Pregunte: hable con los gunas sobre sus costumbres y creencias, y abra su mente a otra cultura.

