El seleccionador inglés, Gareth Southgate, se mostró muy orgulloso de su equipo pese a la decepción por la derrota 2-1 ante Croacia, que le deja a los Pross fuera de la que pudo ser la segunda final de su historia en un Mundial tras el título conquistado en casa en 1966.
"Es imposible decirle nada ahora a los jugadores para hacerles sentir mejor", afirmó el técnico en la sala de prensa del estadio Luzhnikí de Moscú.
"No creo que mucha gente esperara que llegáramos a semifinales teniendo en cuenta la experiencia de los últimos 18 meses, pero una vez que la habíamos alcanzado, realmente pensábamos que podíamos ganar el partido", aseguró un Southgate todavía abatido por la remontada de la selección balcánica.
"Para nosotros era la oportunidad de hacer algo que solo un equipo en la historia de nuestra nación había conseguido", recordó en referencia al ya lejano trofeo mundial que conquistaron en casa.
Pese a la decepción, el técnico subrayó la gran evolución de uno de los planteles más jóvenes del torneo, con apenas 26 años de media, que logró volver a ilusionar a la afición de una selección que no entraba en las semifinales de un Mundial desde Italia-1990.
Atrás quedan sonados fracasos como la salida en la fase de grupos de la Copa de 2014 en Brasil o la eliminación en octavos a manos de la modesta Islandia en los octavos de la última Eurocopa.
"Estoy muy orgulloso de este grupo de jugadores que realmente dieron un paso adelante. Creo que la reacción de los hinchas con respecto a hace dos años les demuestra eso, que las experiencias con Inglaterra pueden ser positivas. El país está muy orgulloso de ellos y de la forma en que jugaron. Hay muchos aspectos positivos que extraer", valoró.
El sueño de esta nueva Inglaterra acabó, sin embargo, después de que Mario Mandzukic certificara la remontada de una luchadora Croacia en el minuto 109, conduciendo al talentoso equipo de Modric y compañía a la primera final de su historia, donde el domingo le espera Francia.