Andrés Calvo, quien participó junto a su hoy esposa María Elena Virzi en una sesión de fotos en el salón Amarillo de la Presidencia de la República durante la gestión de Ricardo Martinelli, pidió hoy disculpas por esa acción.
“No era nuestro interés algo privado que se hiciera público, pero somos conscientes que el método de comunicación ha cambiado y ha salido una foto de la sesión que con los permisos necesarios nos hicieron en la Presidencia, desconocíamos totalmente porque nadie nos informó que esto era prohibido”, indicó Calvo en su cuenta de Facebook.
Sostuvo que “no he sido parte de ninguna administración y entiendo que adecentar la política será una labor importante para el país, misma que yo respaldo al 100% y como panameño debo reconocer mi culpa y la hago como profesional y como panameño”.
“... A todo mi país disculpas, pero sobre todo al humilde panameño que no ha tenido la oportunidad de visitar este hermoso hogar; nuevamente mi formación y mi educación me hacen reconocer que ha sido un error que en su momento no supimos evaluarlo por las alegrías y emociones...”, acotó.
Quien también tuvo la sesión de fotos de su boda fue el exsecretario privado del expresidente Ricardo Martinelli, Adolfo Chichi De Obarrio, señalado como una de las figuras del pasado gobierno que recibía coimas que se pedían en el Programa de Ayuda Nacional (PAN).
De Obarrio logró que su esposa Yvette Vanessa Barsallo Fábrega se hiciera una sesión de fotografías matrimoniales en el salón Amarillo, recinto que de acuerdo a la propia Presidencia es el salón “más importante del Estado”.
Diversos sectores de la sociedad civil cuestionaron que uno de los salones más importantes del Palacio de las Garzas se use para sesiones de fotos particulares.
´ABUSO DE PODER´
La historiadora Ana Elena Porras considera que usar las habitaciones del Palacio de las Garzas para sesiones de fotos constituye “un abuso”. Dice que estos actos son ajenos a las funciones que se desempeñan dentro de esa sede. “Hubo un exceso y abuso de poder”, asegura.
Al igual que Porras, Roberto Troncoso, del Foro Ciudadano, considera que la Presidencia debe ser respetada por ser un sitio histórico y por albergar la silla presidencial. Recordó que hay espacios para realizar fiestas y sesiones fotográficas para bodas.
“Se debe respetar la majestad de la Presidencia... lo que se hizo no fue lo más adecuado... Debe existir más respeto”, añadió.
Rubén Elías Rodríguez, expresidente del Colegio Nacional de Abogados, fue más allá, porque considera que en una norma general la actuación del exsecretario de Martinelli y del propio exmandatario puede castigarse.
Citó el artículo 341 del Código Penal que castiga el uso de bienes del Estado para fines distintos al que se destinó.
La disposición dice textualmente que “El servidor público que, para fines ajenos al servicio, use en beneficio propio o ajeno, o permita que otro use dinero, valores o bienes que estén bajo su cargo por razón de sus funciones o que se hallen bajo su guarda será sancionado con prisión de uno a tres años, o su equivalente en días-multa o arresto de fines de semana. La misma pena se aplicará al servidor público que utilice trabajos o servicios oficiales en su beneficio o permita que otra lo haga”.