Estamos en el mes de abril del año 2027. Un ciudadano llega con un fuerte malestar al cuarto de urgencias del Hospital de la 24 de Diciembre. Gracias a que existe el expediente médico universal, un archivo digital que tienen todos los panameños y que recoge toda su información de salud, tanto de los hospitales públicos como de los privados, se puede atender diligentemente al paciente. Es claro que necesita una operación, pero uno de los insumos claves para realizar la intervención quirúrgica, se agotó en la mañana. Si este fuera el año 2017, el paciente tendría que ser enviado a otro hospital con una alta probabilidad de que muera en el camino. Sin embargo, Panamá se trepó como líder regional en la revolución logística y la situación es distinta. Un robot se desplaza por el depósito central de la Caja de Seguro Social y rápidamente ubica el insumo faltante en el Hospital de la 24 de Diciembre, lo coloca en una cinta transportadora que llega al techo del edificio y aquí es donde se concreta el milagro logístico. Un cuadricóptero o dron, con el logo de la CSS en su costado, recoge con su canastilla la cápsula y despega a toda velocidad hacia el Hospital de la 24 de Diciembre. Cuando llega, lo está esperando un funcionario con una red en la cual se deposita la canastilla. Abajo en la zona de triage, el paciente es canalizado para meterlo al quirófano, sin sufrir retraso alguno en sus procedimientos, tres días más tarde ha sido dado de alta y está en su casa sano y salvo.
Este mismo mes de abril de 2027, se adicionaron dos vuelos diarios más al aeropuerto de David. Lo novedoso no es que sean vuelos turísticos de pasajeros, sino que son vuelos de carga que se llenan con la carne, leche, arroz, café, flores, legumbres, frutas y pastelería chiricana, partiendo desde David a los distintos aeropuertos caribeños, a los cuales Panamá exporta alimentos. El Caribe como región importa más de 15 mil millones de dólares al año de comida, una buena parte de este flujo les llega a las islas desde Miami por avión. El mercado caribeño es una región comercialmente afín con Panamá. Un poco de inteligencia comercial, combinada con una buena logística aérea, y el financiamiento de las exportaciones chiricanas por medio de la banca panameña, fueron la combinación que hicieron que para 2027, más de mil millones de dólares de las importaciones agroalimentarias del Caribe provinieran de Panamá.
La logística aérea también convirtió a las regiones de Chepo y Tortí en grandes exportadores de flores y especies. Si Colombia y Ecuador podían exportar sus flores a Estados Unidos y Europa por avión, Panamá también. En 2027 las flores de Tortí se venden en Nueva York, Barcelona y Berlín. Todo esto fue un logro del maridaje entre logística y agricultura.
La revolución logística de 2027 llegó a todas partes y a todos los asuntos. Por ejemplo el cambio de modelo de la recolección y procesamiento de la basura hizo que el eterno problema de los “pataconcitos” desapareciera. Con prácticas de reciclaje y procesamiento de la basura orgánica, se redujo la producción diaria de basura del área metropolitana, que superaba las 2 mil toneladas, a menos de 100 toneladas diarias.
El panameño vive la revolución logística en su cotidianeidad. Aunque fue un poco difícil al principio, la desaparición de los tranques en el año 2022 fue impresionante. Aunque ya para entonces existían las líneas 3 y 4 del Metro de Panamá y había empezado la construcción del tren interurbano de La Chorrera a Penonomé.
El salto cuántico en el tráfico lo impulsó la transformación de la flota vehicular “boba” en un conjunto inteligente y coordinado de vehículos. Todos los autos y camiones de Panamá tienen un dispositivo de geolocalización que además interactúa con los semáforos y en horas pico hace que avenidas como la Vía España, la Ricardo J. Alfaro y la Transístmica tengan una inversión automática de carriles e incluso cambien totalmente de sentido. Esto se sumó a una política inteligente de desconcentración de los servicios del Estado, haciendo que todos aquellos trámites que no pudieron realizarse por internet se pudieran efectuar en cualquiera de decenas de oficinas de servicios múltiples del gobierno. Además, la existencia de amplios estacionamientos y una política de restricción de las importaciones de automóviles han ayudado muchísimo a disminuir los embotellamientos.
Panamá es un campeón en la logística de la energía. Al exitoso negocio de venta de combustible marino, el país le sumó un gaseoducto paralelo al oleoducto de Petroterminales de Chiriquí, plantas de licuefacción de gas natural y un cable submarino que interconecta eléctricamente a América del Sur con la ciudad de Colón. Todo esto ha ayudado a convertir a Panamá en un exportador neto de energía y a desarrollar importantes negocios, como el de almacenamiento de servidores de telecomunicaciones, el hospedaje de granjas de gigantescas computadoras, el desarrollo de una exitosa agricultura hidropónica, y la aparición de una plétora de industrias de alta tecnología que han tomado a Panamá como su sede gracias a la disponibilidad de energía barata, talento y mucha logística.
La revolución silenciosa ha llegado a tocar al campo de la cultura. Panamá es una plaza artística de primera importancia en Iberoamérica, ya que en la multiplicidad de teatros, centros de convenciones, galerías y museos, se puede vivenciar todo tipo de evento de clase mundial. Las facilidades que ofrece Panamá a la industria cultural son sumamente atractivas, y numerosas películas, video juegos, y otras producciones audiovisuales se realizan en Panamá. Los bancos panameños son líderes en el financiamiento de películas, conciertos y megaproducciones teatrales de alcance regional.
Finalmente, la revolución logística nos permitió alcanzar el máximo potencial posible de esta maravillosa tierra, convirtiendo la posición geográfica que era una simple ventaja comparativa, en un factor para generar alto valor agregado a la economía mundial. Es decir, convertimos nuestra realidad física en una ventaja competitiva que le da empleo y riqueza a todos los panameños de todas las regiones del país. La revolución es nuestra, no perdamos esta maravillosa oportunidad.