El mejor homenaje a Luis ‘Matador’ Tejada

Los panameños y panameñas tenemos una enorme deuda de gratitud con Luis Matador Tejada. Su comportamiento, dentro y fuera de la cancha, representó los mejores valores de un atleta comprometido con su deporte y con su país. Jamás olvidaremos su gol de chilena contra México en el Rommel Fernández, aquel 30 de marzo de 2005. De verdad nos hizo soñar con la grandeza.

Ahora cuando conmemoramos su vida y celebramos su talento, lamentando profundamente su muy temprana partida, podemos transformar esta situación de dolor en una verdadera oportunidad para atender a nuestros deportistas, los profesionales, los aficionados y los ya retirados.

Hacer deporte en Panamá no es una actividad muy grata. Existe muy poco apoyo institucional, hay grandes carencias de infraestructura, y de capital humano, y en muchas ocasiones el deporte, en todas sus formas, se practica en la más terrible soledad. Muchos de los mejores atletas que le han dado honra y reconocimiento a Panamá enfrentan graves afectaciones a la salud, originadas de su práctica del deporte. El desgaste de músculos, articulaciones, huesos, hasta el propio agotamiento emocional combinado con la agonía económica, son el día a día de los deportistas panameños.

Nunca sabremos si Luis Tejada estaría con nosotros si hubiese tenido una atención médica constante y un monitoreo periódico de su salud. Lo que sí sabemos es que si un exdeportista panameño quisiera atender su salud debidamente, en la gran mayoría de los casos no contaría con los recursos económicos, ni con las capacidades para hacerlo.

Nuestros atletas practicantes, al igual que los deportistas retirados, necesitan tener una cobertura de sus gastos médicos que, acompañada con un seguro de vida, le de tranquilidad a los atletas y a sus familiares. Establecer un seguro colectivo de salud para los atletas de competición, los deportistas profesionales y los que ya están retirados es hacerle justicia al deporte panameño. Esta cobertura debe ser sumamente generosa e incluir revisiones periódicas, terapias regenerativas, y por supuesto, todos los gastos derivados del mejor cuido de la salud posible.

Hay un puñado de atletas y deportistas que cuentan con los medios económicos para sufragar sus gastos médicos, esta no es la realidad de todos y todas. El seguro colectivo de salud, que debe incluir un seguro de accidente y un seguro de vida, debería ser parte de la oferta de valor que el Estado panameño le hace a los y las atletas de competición, los deportistas de disciplinas individuales o de equipo, y a todos y todas los que hayan sido parte de estas actividades en el pasado. Puedo especular que la suma total de beneficiados será de unas mil 500 personas. El importe de este seguro colectivo se puede pagar fácilmente con un impuesto de algunos cuantos centavos a cada lata de cerveza, botella de licor, bebida carbonatada o similar que se venda en el país.

Con esos fondos se podrá contratar una cobertura de seguro muy competitiva y muy completa para nuestros héroes o heroínas. Asegurarnos que todos los atletas activos y retirados de Panamá cuenten con la mejor protección posible para garantizar su salud y bienestar es el mejor homenaje que le podemos hacer a Luis Matador Tejada, quien nos dejó huérfanos de su dedicación al deporte apenas dos meses antes de cumplir los 42 años. Por los muchísimos años más que nos pudo dar como maestro y guía de las nuevas generaciones de deportistas tenemos el deber de garantizar que el practicar deporte en Panamá no sea sinónimo de un riesgo a la salud.

Rodrigo Noriega

Analista