En la Grecia clásica se formuló una especie de adivinanza lógica en forma de paradoja que decía algo así como: ¿Qué pasa cuando una fuerza imparable se encuentra con un objeto inamovible?
La respuesta correcta es nada, porque ninguno de estos dos entes pueden existir en nuestro universo, salvo que se trate de la Lotería Nacional de Beneficencia.
Desafiando todas las reglas de la lógica, la jefa de la Lotería, la Molirena Gloriela Del Río, dijo que algo “es” y “no es” simultáneamente.
Como si se tratara de la más pura abstracción metafísica o planteamiento de la mecánica cuántica, la señora directora propone que el Gordito ganador del 30 de abril del 2021 fue “cobrado”, y “no cobrado” al mismo tiempo.
Como ya el billete de marras está sellado, quiere decir que ya fue presentado a la institución, tratándose de un pagaré al portador, quien lo tuviese es el titular del millón 4 mil dólares del premio.
Según un comunicado del 4 de mayo de la Lotería, una humilde mujer veragüense había sido la ganadora.
De acuerdo con la directora de la Lotería, haciendo una profunda afirmación de la psicología clínica, la ganadora del Gordito le tenía miedo a cobrar el premio, es decir, tiene “plutofobia” (miedo al dinero).
Semejante descubrimiento reclama una acción inmediata del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, para que, guardando la reserva del caso, y con el consentimiento previo libre e informado, se le tome una muestra de sangre a la ganadora del Gordito con miedo al dinero, para que de allí se genere una vacuna contra la “coimeadera” y los peculados.
Propongo que para evitar la experimentación en animalitos inocentes de la nueva vacuna, se le inyecte directamente a todos los diputados, así como a los aspirantes a administrar la Lotería Nacional de Beneficencia. Seguramente, allí habrá otro premio millonario: el premio Nobel de Medicina, de Biología, o de la Paz.
A lo mejor la Academia Sueca y la Academia Noruega nos permitan, a los panameños, recibir un nobel casado. Para evitar otro caso de plutofobia, ese dinero y el de la bóveda de la Lotería deberían ir al orfanato Malambo, a la Ciudad del Niño y a las Aldeas SOS, para asegurarnos que quienes reciban el dinero se merezcan el premio.