La volatilidad de los mercados sigue impactando a la región en la pospandemia. Esto se suma a la inflación y las altas tasas de interés, que según explicó Sergio Rodríguez, analista regional de Fitch Ratings, se han convertido en los principales riesgos para Centroamérica.
En el marco del panel “Estado de la banca y el sector real panameño ante entornos económicos y políticos desafiantes de la región, realizado hace unas semanas en ciudad de Panamá, el especialista de Fitch concedió una entrevista a La Prensa para compartir su visión y el análisis de los hechos que marcarán la agenda económica de la zona.
¿Cuáles son los principales riesgos para la región?
El principal riesgo tiene que ver con la inflación y las altas tasas de interés. Los bancos centrales de la región fueron más rápidos en responder, probablemente, porque están más acostumbrados a entornos de inflación alta que otros países emergentes y desarrollados, pero sobre todo desarrollados. El responder más rápido permite controlar la inflación, y ahora están empezando a bajar las tasas de interés porque están viendo que la inflación va decreciendo.
Profundicemos un poco en la inflación...
En general el problema sigue siendo la inflación core, que es la menos volátil. Ésta se ha venido tardando un poco más en bajar. La expectativa de la baja en la inflación ha sido menor o más lenta de lo que originalmente pensamos pero se está moviendo en esa dirección. Entonces, lo que nos preocupa desde el punto de vista del crédito es que eso conlleva a tener insumos más caros, luego se traspasan esos precios para no tener afectaciones en márgenes, y el impacto que eso puede tener en volúmenes de venta, por ejemplo, para el caso de compañías.
Por otro lado, entre más alta la inflación hay más presión para mantener las tasas de interés altas y eso lleva a que el servicio de la deuda, sobre todo de aquella que está contratada a tasa variable, sea más onerosa y le reste flexibilidad a las compañías que tienen calificaciones más bajas y que tienen una cobertura de intereses menor. Luego, esto hace que tengan que disponer de más recursos para servir la deuda que los que están usando para invertir. Ese es el riesgo principal en la región.
¿Qué otros desafíos observa?
Otros riesgos pudiera ser el de los cambios demográficos. Estamos viendo migraciones de países de Latinoamérica y nos interesa ver de dónde está saliendo la migración de población hacia Estados Unidos. Los países de donde salen, cómo les impacta la mano de obra, por ejemplo, y cómo esa migración está cambiando los patrones de consumo de corto o largo plazo.
Otro riesgo del cual ya hablé es el de la inflación y las altas tasas de interés, pero el tema que va relacionado a esto es la valuación de activos como el caso de minusvalías en portafolios de inversión, tal como sucedió con los bancos regionales estadounidenses. Creemos que esto puede tener cierto impacto para Panamá, pero acotado y controlable dentro de los niveles de calificación que tienen.
Y en el caso de los bancos de Panamá o Centroamérica, lo que estamos observando es que no enfrentan problemas de liquidez o de retiro de depósitos como fue el caso de los estadounidenses (...).
¿Y sobre el acceso a fondeo en la región?
Eso nos preocupa, sobre todo el fondeo extranjero a través de bonos. Después de 18 meses estamos viendo que empieza a haber un poco más de reactivación. Si eso sigue, podríamos empezar a ver un poco más de actividad en otros niveles de calificación inferiores que es donde está la masa crítica de emisores. Fuera de eso, todavía no vemos que eso se haya normalizado, eso significa que las compañías tienen que enfrentar sus problemas de refinanciamiento básicamente con la banca local o con los mercados locales.
¿Hay peligro de que esta ralentización se extienda más de lo previsto?
Yo creo que se ha extendido bastante, se pudiera extender, probablemente. Nadie tiene la bola de cristal para eso. La buena noticia es que no hay muchas necesidades de refinanciamiento en el corto plazo. Por ejemplo, de las empresas corporativas de Centroamérica el 20% de la deuda vence en los próximos 3 años y el 80% después de los tres años. Entonces, no hay demasiadas necesidades de refinanciamiento al día de hoy.
Por otro lado, las inversiones han caído, así que tampoco hay demasiadas de ellas que requieran financiamiento. Así que si se retrasara un poco el acceso a fondeo por parte de los mercados, todavía es manejable para las empresas de Centroamérica.
Y el efecto que está teniendo que Panamá esté en la lista del Grupo de Acción Financiera (GAFI). ¿Cómo afecta el panorama del riesgo ?
En el momento en que eso se disipe podría quitar la duda que alguien pudiera tener para invertir en Panamá. Aunque no es la única variable en la toma de decisión de invertir o no en el país. [La exclusión]] es algo que puede influir positivamente en la inversión.
Esta nota se actualizó a las 12.02 del 13 de septiembre para corregir el apellido del analista, cuyo nombre es Sergio Rodríguez y no Sergio Ramírez como se publicó originalmente.