Bernardo Trujillo es un experto en el diseño de producción, talento que ha dejado en evidencia en películas como The Mask of Zorro, Frida y Babel.
Su más inmediato reto creativo es participar en la segunda temporada de Fear The Walking Dead, que regresa hoy a las pantallas.
Su oficio lo define como aquella labor en la que debe crear los lugares donde ocurren las historias y que esos decorados deben ser coherentes con la trama.
Esos espacios físicos que recrea, dice, deben colaborar en manipular a la audiencia, en el sentido de que la invitan a creerse ese hecho de ficción que propone el programa. Su labor guarda relación con la paleta de colores que se ofrece en las producciones.
Llega a la precuela de The Walking Dead en su segunda vuelta a la televisión, y por ende, debe respetar lo ya planteado y proponer nuevas opciones visuales.
Resalta que en The Fear Walking Dead (AMC Studios) hay pocos grandes movimientos de cámaras y los que hay buscan que el espectador sea un personaje más en esa Los Ángeles en la que comienzan a presentarse casos de personas infectadas por un virus que convierte a los fallecidos en muertos vivientes.
Su trabajo es mostrar cómo era una de las capitales del entretenimiento mundial y cómo se va deteriorando a medida que los zombis se toman este territorio.
TIEMPOS DIFÍCILES
Le gusta que estas adaptaciones de la obra gráfica de Robert Kirkman han convertido a la civilización en una nueva ley de la selva.
Opina que ese mundo pre y post apocalíptico atrapa a los espectadores porque se sienten reflejados con las situaciones de riesgos que deben sortear los personajes.
Asegura que la teleaudiencia se emociona al ver los dilemas morales de los hombres y mujeres que pueblan en Fear The Walking Dead.
Piensa que observar el derrumbe de las instituciones más básicas causa temor, y a la par, fascinación, pues nadie sabe cómo es la mejor manera para que funcione.
Le agrada que Fear Ther Walking Dead ocurra en Los Ángeles porque es una ciudad de una enorme complejidad social y que es muy diversa en cuanto al origen de sus habitantes.
Le encanta que sea este sitio y no otro porque ya era un punto de ebullición mucho antes de la llegada de los zombis y con la aparición de estos el asunto se pone aún más caótico. “Esta multiculturalidad es un reflejo de Los Ángeles, donde hay mucha mezcla de razas”.
También celebra que en su elenco estén actores latinoamericanos, entre ellos el panameño Rubén Blades, en el papel de un barbero con un pasado sombrío.
Dice que ese caos se respira, incluso, dentro de las casas, pues antes de la llegada de los caminantes ya eran clanes marcados por las separaciones, los divorcios, los problemas de autoridad, la situación del tráfico de las drogas y demás retos.
Destaca que el éxito de The Fear The Walking Dead es que puede ser cotidiana, más allá de los zombis, pues todos, de alguna manera, han experimentado separaciones de algún tipo.
“La serie es sobre la condición humana y la vida, llevado todo al extremo. Sus conflictos van de adentro hacia afuera. Además, sus personajes están bien escritos y se explora muy bien las relaciones entre padres e hijos. En esta serie hay mucha tela de donde cortar”, resalta el diseñador de producción títulos como The Free World, Get the Gringo, Misconduct y Little Boy.
A la par, Bernardo Trujillo indica que la serie te lleva a valorar aquello que se da por sentado: electricidad, agua potable, medicinas, hospitales, escuelas...
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