Danilo Pérez, el Grammy y The Wayne Shorter Quartet

Danilo Pérez, el Grammy y  The Wayne Shorter Quartet


Cuando los maestros se deben atraer, el mundo de las notas musicales conspira para que se encuentren y se dé la magia de la creación.

Danilo Pérez conoció, de forma breve, al saxofonista y compositor Wayne Shorter durante la década de 1990, cuando el pianista y docente panameño andaba de gira con la banda del trompetista, cantante y compositor Dizzy Gillespie.

El trato se hizo más profundo por medio de la baterista de jazz Terri Lynn Carrington, quien recomendó en 2001 al creador del Panamá Jazz Festival para una audición que estaba haciendo Wayne Shorter para su disco Alegría (2003).

Desde entonces, el istmeño y el estadounidense trabajan juntos en The Wayne Shorter Quartet, un colectivo integrado también por el bajista y contrabajista John Patitucci y el baterista y cantautor Brian Blade.

Para Danilo Pérez, formar parte de este cuarteto representa “estar entre mi familia. John y Brian son mis hermanos y Wayne es como un segundo padre para mí. Los cuatro creemos que la música es la clave para conectar y redirigir a la humanidad en una dirección positiva”.

En términos rítmicos, este grupo le permite a Danilo Pérez “crear composiciones de manera espontánea. Esto es algo que nosotros llamamos ‘comprovisación’. La experiencia de estar en este cuarteto es como participar de un viaje intergaláctico”.

Logros

The Wayne Shorter Quartet, en 2001, fue nominado al Grammy en la categoría de mejor disco jazz fusión, performance o instrumental con Footprints Live.

Ganaron el Grammy al mejor álbum de jazz instrumental en 2006 por Beyond the Sound Barrier, y el Porin (en Croacia) al mejor álbum extranjero de jazz en el 2014 por Without a Net.

Éxito

El éxito más reciente de The Wayne Shorter Quartet es Emanon, nominado este mes de diciembre al Grammy en el aparte de mejor álbum de jazz instrumental junto con los discos Diamond Cut, de Tia Fuller; Live In Europe, de Fred Hersch Trio; Seymour Reads The Constitution!, de Brad Mehldau Trio y Still Dreaming, de Joshua Redman, Ron Miles, Scott Colley y Brian Blade.

Giovanni Russonello, crítico de música del periódico The New York Times, escogió el pasado 6 de diciembre a Emanon como el mejor álbum de jazz de 2018.

Sin olvidar que Emanon también recibió comentarios elogios por parte de los especialistas Larry Blumenfeld, de The Wall Street Journal; Chris Pearson, de The Times y John Fordham, de The Guardian.

“Estoy feliz por el cuarteto, porque representa un trabajo de 20 años juntos y ha tenido una influencia importante en la práctica del jazz del siglo XXI. También muy orgulloso por mí país, Panamá, que tanto necesitamos tener noticias positivas y, además, con esta nominación continuamos con la historia de vínculos con el jazz que empezó Luis Russell (pianista, arreglista, compositor y director de orquesta nacido en Bocas del Toro)”, comenta Danilo Pérez.

“Algunos overdubs (capas de audio) de Emanon se hicieron en Panamá en el Danilo’s Jazz Club con el apoyo del American Trade Hotel e ingenieros de sonidos panameños y estadounidenses en esta parte de la grabación. Esto le agrega un significado especial a esta nominación”, indica Danilo Pérez sobre un disco que también fue diseñado en las ciudades de Nueva York y Londres.

Define Emanon como una propuesta “novedosa, ya que es una experiencia multidisciplinaria entre un cuarteto, la Orquesta de Cámara Orpheus, el contenido de una novela gráfica (escrita para el disco por Wyne Shorter junto con los artistas Mónica Sly y Randy DuBurkey), más una combinación entre los sonidos de una grabación en directo y en estudio”.

Emanon, un homenaje a Dizzy Gillespie y Milton Shaw, es el primero de Wayne Shorter desde hace cinco años. Está compuesto por tres discos y fue lanzado el pasado 14 de septiembre a través del sello Blue Note. 

Dinámica

La dinámica de trabajar en un cuarteto, cuando todos sus integrantes son también notables solistas, “es un laboratorio musical, donde se practica la verdadera democracia. No se permite tocar patrones ni traer agendas musicales escondidas, donde la experiencia terapéutica que ofrece la música es lo más importante”.

Desde el principio, Wayne Shorter “nos ha inspirado a utilizar el proceso creativo en todos los aspectos de nuestras vidas”.

Wayne Shorter, quien ha sido invitado de lujo en tres ocasiones en el Panamá Jazz Festival, representa “a unos de los últimos grandes genios de una especie en extinción. Es él un astronauta musical”.

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