El actor Edgar Ramírez y la ausencia del padre

El actor Edgar Ramírez y la ausencia del padre


El director venezolano Lorenzo Vigas indaga en su película Desde allá un aspecto social que ya vislumbró en su cortometraje Los elefantes nunca mueren (proyectada en 2004 en el Festival de Cine de Cannes) y que repetirá en La Casa (a rodarse a finales de este año en México): la figura del padre ausente.

El sustrato de esta trilogía temática tiene que ver con la paternidad perdida, explica Edgar Ramírez, uno de los actores latinoamericanos más activos en Hollywood y uno de los productores de Desde allá.

En esta película se establece una relación amorosa entre Armando y Elder, porque ambos llenan unas carencias que tienen a causa de un padre que no está o no supo estar, añade Ramírez sobre esta producción venezolana que se presenta mañana lunes 11 de abril, a las 7:15 p.m., en la Sala 6 de Cinépolis Multiplaza, como parte del programa del quinto Festival Internacional de Cine de Panamá (IFF Panamá).

Lorenzo Vigas se ha concentrado en este aspecto porque, dice Edgar Ramírez, la ausencia de los padres en el hogar es una realidad que ocurre en toda América Latina.

“Es difícil crecer sin un padre y la crisis de paternidad en el continente explica muchas de nuestras carencias y problemas sociales no resueltos”, manifiesta Ramírez, nominado a un Globo de Oro por la miniserie Carlos.

“La paternidad tiene que ver con el compromiso, la seguridad y la protección. De allí que guarda relación con nuestra falta de compromiso para proteger a nuestras sociedades, de no comprometernos con cumplir las reglas, a no ser responsables, y todo tiene que ver con esas ausencias”, agrega Ramírez, quien debutó como actor en la serie de televisión Cuando llega el amor (1990).

Por eso, América Latina ha encontrado en las mujeres a sus grandes protagonistas, pues se han transformado “en el sostén absoluto de los hogares”.

Son ellas, además, el motor económico de América Latina, porque “son padre y madre, ya que el padre siempre ha sido una cosa abstracta”, comenta Ramírez en exclusiva para este diario.

Que el padre no esté en el seno del hogar “es algo que se repite constantemente, y sobre todo, en las clases menos privilegiadas. El padre debe tener una influencia en la forma en que hemos manejado la historia de nuestro continente”.



ESTADO DEFORMADO

En Desde allá hay otra especie de padre que a veces le falla a los ciudadanos latinoamericanos: el Estado, ya que no siempre sabe manejar la delincuencia, la violencia, el desempleo, las diferencias sociales, entre otros dolores de cabeza.

“Aunque la película no pretende ser un documento político o un panfleto político, obviamente vivimos en un mundo que tiene un contexto específico y que responde a circunstancias específicas”, indica este artista venezolano que este año estará en la cartelera mundial de la mano del thriller La chica del tren.

Desde allá está “ubicada en un contexto muy específico que es la Caracas de hoy, y obviamente eso termina siendo parte de la mezcla, y al final, no hay nada casual. Son metáforas y son reflejos uno del otro. Justamente es la falta de compromiso. Si tú respetas tu casa no la robas. Si respetas la casa del otro, no la robas”, manifiesta quien entrará este año en la piel de Roberto Durán en la película Hands of Stone.

“Esa falta de compromiso y de responsabilidad tiene que ver con la figura del padre como arquetipo que representa protección, el cumplimiento de las reglas, y si tú ves en la historia latinoamericana, es una constante. Todos estamos un poco golpeándonos con la misma piedra y es la ausencia de compromiso. Por eso tenemos una facilidad para postergar, para dejar las cosas para después, no prestar atención y de no cuidarnos”.

En el Festival de Cine de Venecia, 'Desde allá obtuvo el León de Oro a la mejor película.



PROCESO

La última escena de la película Desde allá termina cuando un delincuente es capturado por la Policía de Caracas.

Ese momento ocurre en un barrio popular, ante la mirada indiferente de los vecinos del sector. Todos miran, nadie actúa. Es como si fueran espectadores silenciosos de un telediario.

Esa reflexión le encanta al productor y actor Edgar Ramírez porque Armando, el personaje que interpreta su colega chileno Alfredo Castro (habitual en el cine del director Pablo Larraín), ve la vida desde lejos, tomando distancia, como calculando cada movimiento suyo y el de los demás.

“También es su forma de comunicarse, por su miedo, con los demás. Él está atrofiado en sus capacidades de dejarse llevar por los sentimientos y las emociones, ya sea que penetren dentro suyo o que las deje salir a la superficie”, explica Edgar Ramírez.

Armando, por razones que de alguna manera son sugeridas en Desde allá, tuvo una relación particular con su padre, y eso queda allí un poco asomado por la trama”, agrega.

Armando, de 50 años, tiene fuertes heridas emocionales de su pasado. Ese conflicto interno le pareció interesante a Ramírez, cuando decidió ser el productor de este largometraje de su coterráneo y amigo Lorenzo Vigas.

Tanto Armando como Elder (Luis Silva) son seres rotos por dentro. Los dos son víctimas y victimarios en sus respectivas existencias. “Claro que sí, porque justamente cuando el dolor no está resuelto, por lo general, lamentablemente, conduce al abuso”.

“Cuando has sido abusado y no has encontrado la manera de resolver eso”, sino no has encontrado “las herramientas emocionales, intelectuales y económicas para poder resolverlas, ese trauma, por lo general, va a terminar en convertirte en un abusador, y así se ve en Desde allá”.

Además, ambos personajes tratan de curarse sus tristezas, pero sus dolores y sus traumas “pudieron más que ellos”.

Por eso, define Desde allá como una película “conmovedora”, aunque admite que también puede ser demoledora y por momentos siniestra esta historia que Lorenzo  firmó a dos manos con el director y guionista mexicano Guillermo Arriaga.

Indica que hay “otro matiz y un contexto social muy claro dentro de esta película. El tema del conflicto entre los privilegios de clase”, dice Ramírez, sobre un Armando que pertenece a la clase media alta por ser dueño de un laboratorio de prótesis dentales, y Elder, desempleado, desorientado y pobre.

Ese estar en distintos puntos de una misma balanza también determina el proceder y los niveles de control de cada uno de ellos.

La historia se iba a filmar primero en México, luego en Francia y al final se pudo hacer en Venezuela.





ETAPAS

La historia de Desde allá la conoce Edgar Ramírez desde los primeros borradores del guion. El intérprete de títulos estadounidenses como La noche más oscura (2012), El consejero (2013) y Joy (2015) tenía 27 años, ahora tiene 39, cuando leyó esta trama.

Por entonces, era demasiado mayor para encarnar a Elder, de 18 años, y era demasiado joven para ser Armando, que tiene cinco décadas cuando se narran los hechos en Desde allá.

Al inicio este filme se rodaría en México, luego sería en Francia, cambiando el origen del personaje mayor, hasta que el destino llevó el proyecto a Caracas. “Fue todo un viaje y el círculo se cerró”, añade Ramírez.

PANAMÁ

Edgar Ramírez ha vivido varios meses en Panamá por el rodaje de Hands of Stone.

Manifiesta estar feliz en el istmo, el que considera su segundo hogar, pues aquí tiene el cariño de amigos y seguidores.

Solo tiene palabras de agradecimiento para este pueblo y le encanta este país porque dice que su gente es jovial, amable y siempre es capaz de sonreír.

DISTRIBUCIÓN

Opina que el principal reto del cine de América Latina es la distribución de sus películas.

Le parece increíble que sea más fácil ver una producción argentina, peruana o chilena en Chicago o Nueva York, que en cualquiera de los países latinoamericanos.

Considera que la calidad y el nivel lo tienen los directores, actores y guionistas de la región, que la deuda es encontrar la manera de que nuestro cine se pueda apreciar en cada uno de los países del continente americano.

Celebra que hoy las nuevas tecnologías permiten que el cine sea más democrático, ya que cada vez es más sencillo rodar una película, incluso con teléfono móvil.

Por lo que invita a los cineastas a tomar sus cámaras y a salir a la calle a contar sus historias.

DIRIGIR

Comenta que entre sus planes más inmediatos no está dirigir, aunque no descarta que a mediano plazo se ponga detrás de las cámaras.

Que eso pasará cuando se sienta más preparado para esa tarea.

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