Como el director Daniel Zapateiro reside en Francia, quería realizar un audiovisual que tuviera que ver con Panamá, país donde nació, y el país galo que lo acoge desde hace un tiempo.
Así nace el documental Paname, sobre Ferdinand de Lesseps y su sueño de hacer un canal por el istmo.
Esta producción se proyectará este sábado 7 de abril, a la 1:00 p.m., en la sala 7 de Cinépolis Multiplaza, como parte de la programación del Festival Internacional de Cine de Panamá (IFF Panamá).
“El personaje de Ferdinand de Lesseps vino rápidamente a mi cabeza porque es el enlace histórico natural entre los dos países, pero al mismo tiempo me di cuenta de que no se sabe mucho de él en Panamá”, comenta Zapateiro, quien estudió ingeniería en Australia.
“Se nos dice en las clases de historia que fue un francés que hizo el Canal de Suez, que vino a Panamá, que los mosquitos destruyeron el proyecto y que se fracasó en el intento, más nada. No fue hasta cuando investigué en Francia todo lo que de verdad sucedió en el proyecto del Canal Francés que me di cuenta de que había una historia que contar”, agrega Zapateiro, quien debuta en el largo documental con Paname.
"En 1879, Ferdinand de Lesseps intentaría unir el Pacífico y el Atlántico por medio de un canal en el Istmo de Panamá, sin saber que esto le costaría su reputación, miles de vidas inocentes y el escándalo financiero más grande de la humanidad hasta ese entonces", resume sobre el disparador de su documental.
Género
Como la historia requería un alto nivel de investigación y de rigor histórico, Zapateiro prefirió narrarla desde el documental y no desde la ficción. Notó enseguida que podía expresarse mucho mejor dentro del género documental. “Además, siendo esta mi ópera prima, quise empezar mi carrera con un documental de este tipo, ya que es con lo que estoy más familiarizado”, agrega el director, quien ha laborado para compañías multinacionales y oenegés.
Oficio
Antes que nada, hace una observación necesaria: “una de las suposiciones incorrectas más frecuentes es que Lesseps era un ingeniero y nunca lo fue, fue un diplomático”.
Su presencia, tanto en Suez como en Panamá, “fue como promotor de la obra, encargado más bien de conseguir fondos, convencer a inversionistas, prensa y público en general a invertir en sus proyectos, y utilizó sus habilidades como diplomático para lograr estos objetivos”.
Sin duda sabía organizarse “para conseguir a los ingenieros y empresarios más brillantes de la época para trabajar en sus proyectos”.
Voluntad
Define a Ferdinand de Lesseps como “un genio de la voluntad. Su deseo era, al final, conectar al mundo”.
En su época, el modo de transporte entre los continentes “era por la vía marítima, y después de su éxito en Suez, nada iba a parar su sueño de hacer al mundo más chico por medio de un canal por Panamá”.
Como ser humano, era una persona “con un magnetismo y un carisma incomparable, lo cual demostró toda su vida, tanto como diplomático como promotor. Tenía un poder de convencimiento increíble y siempre sabía conseguir lo que quería”.
Sin embargo, también era alguien “de una vanidad considerable, rayando en el narcisismo. Era una persona que, simplemente, no podía perder”.
Libros
Siendo un hombre tan importante, ¿por qué el cine panameño no había reparado en él? “Es que esta historia no se conoce. Durante la investigación hecha en Francia me di cuenta de que toda esa información no estaba en nuestros libros de historia”, afirma Daniel Zapateiro.
Para el centenario del Canal de Panamá, uno de sus entrevistados para Paname, el doctor Christian Moreau, “donó gran parte de su colección de libros, revistas, periódicos, cartas etc. sobre Ferdinand de Lesseps y el Canal Francés a la biblioteca Roberto F. Chiari del Canal de Panamá, para su estudio y conversación”.
Allí está toda la historia ahora al alcance de los investigadores y público en general, “pero está en francés... Así que este siempre ha sido un tema complicado de llevar al cine cuando la historiografía no está ni en tu país ni en tu propio idioma”.
Daniel Zapateiro comparte que el proceso de investigación para llevar a cabo su largometraje Paname empezó con el doctor Christian Moreau, uno de los entrevistados para esta producción nacional. “Por medio de su colección empecé a investigar varios libros y artículos de periódicos de la época en francés que hablaban del proyecto”, recuerda el cineasta, que deseaba conocer más sobre Fernando de Lesseps, un diplomático de carrera y empresario francés que colaboró a que fuera posible el Canal de Suez, que une el mar Mediterráneo con el mar Rojo.
Un desconocido
El director lamenta que el panameño promedio desconozca a Ferdinand de Lesseps.
De hecho, hizo entrevistas en las calles de la ciudad de Panamá “como parte de la producción para responder esa pregunta, y de cada 10, como tres sabían quién fue. Y de esos tres, dos eran niños de escuela primaria. ¡Estaban fresquitos de la clase!”.
Dos verdades
¿Cuánto tenía de visionario y cuánto de villano, y por qué en ambos casos?
“De visionario tenía mucho. Pensar que era posible abrir un canal entre los mares Rojo y Mediterráneo en Suez en 1859 era de locos. Algo difícil de entender en esa época. Pero él fue y lo hizo”, indica este invitado del IFF Panamá.
No tiene duda de que apenas lo terminó, empezó a poner sus ojos en Panamá, “un proyecto aún más ambicioso, porque ahora hablamos de dos océanos al otro lado del mundo. Estos proyectos eran como pensar que se podía mandar al hombre a la Luna en los 60. Creo que su visión es incuestionable”.
También admite que se percibe que tenía algo de villano, “pero no estoy muy convencido de ello. No cabe la menor duda de que Ferdinand tuvo su grado de responsabilidad en el fracaso del Canal Francés, que llevó a la ruina a muchos franceses”. Aunque de forma definitiva “no fue el único responsable. Al ser la cara visible del proyecto, se le atribuyó casi exclusivamente el fracaso del proyecto, lo cual fue conveniente para las otras personas que estuvieron detrás de él”.
Su motivación más grande era terminar el proyecto “para llenarse de gloria a sí mismo y a Francia. Creo que su terquedad, su vanidad y su edad lo traicionaron”.
Por eso, era importante hacer un documental que “tuviera rigor histórico, que fuera interesante y entretenido para dos audiencias diferentes, panameños y franceses”.
Lo otro era que “escribir un guion balanceado de estas características fue desafiante y fue lo que tomó más tiempo, pero había que hacerlo así. El guion lo es todo. También tuve que aprender francés bastante rápido para poder leer todo lo que tenía que investigar y, por supuesto, poder entrevistar en francés. Creo que esos aspectos fueron los más difíciles”.
Como referencia utilizó varios libros, por ejemplo, El Canal Francés, de Marc de Banville, que luego formó parte del proyecto como consejero histórico; Un camino entre dos mares, de David McCullough, y Panamá: su creación, su destrucción y su resurrección, de Phillippe Buneau Varilla, entre otros.