Lucho Araújo vio hace unos años al grupo musical Los Nietos del Jazz cuando se presentaron en un pequeño bazar en San Felipe y luego les compartió las fotografías que les tomó aquel día. Esa misma semana los volvió a capturar en imágenes en otro de sus shows en un hotel citadino.
“Desde esas breves interacciones con el grupo, me di cuenta de que eran personajes interesantes, perfectos para protagonizar un documental. Así surge la idea, pero como mis conocimientos se limitaban a la fotografía, necesitaba ayuda para hacer la película”, recuerda quien debuta como director con el documental Los Nietos del Jazz, que se proyectará en la octava edición del Festival Internacional Cine de Panamá (IFF Panamá).
Acto seguido contactó a su amigo Roberto Latorre, quien es cineasta, “y a quien ya le había contado acerca de los chicos para que me enseñara a realizar el documental”, que se presentará el sábado 6 de abril, a la 1:25 p.m., en la sala 6 de Cinépolis de Multiplaza.
"Desde el primer día, nuestra misión ha sido llevar la música de Los Nietos del Jazz al mayor público posible. Lo ideal sería que en algún futuro cercano Los Nietos del Jazz sea sinónimo de la música popular panameña conocida en todo el mundo", resalta. "Hacer películas es una cuestión de familia. Todas nuestras películas fluyen del mismo lugar : de la conversación ininterrumpida y directa entre dos primos hermanos", agrega.
Para Lucho Araújo, el artista "no solamente habla de lo que va a hacer, lo hace. Los Nietos del Jazz nos guían con su ejemplo: construyen sus vidas sobre la piedra angular del arte, para así poder vivir sus sueños y crear su música".
Los creadores
Los Nietos del Jazz está integrado por Óscar Cruz, Jr. (batería y congas), Luis Carlos Ledezma (saxofón), Oliver Mall (saxofón), Pablo Mures (trompeta), Luis Ángel Navarro (bajo) y Michael Talavera (percusión).
Son unos adolescentes cuyas vidas de artistas “ofrecen el privilegio de navegar múltiples estratos de la urbe. Desde los barrios hasta galas black tie y grandes festivales. Nunca hacen algo ordinario. Son protagonistas perfectos para una película”.
Filmaron por dos años dentro y fuera del país. El período de fotografía principal fue entre enero y febrero de 2018. Concentraron el rodaje en San Felipe y usaron como base la desaparecida Casa Boyacá, donde residían tres de los músicos.
"En cualquier lugar donde persiste la cultura afrodescendiente, en ese lugar hay jazz. Por eso, San Felipe es nuestro hogar, nuestro plató. Las familias que perdieron sus hogares en el incendio de la Casa Boyacá, o los vecinos que fueron desalojadas del edificio La Mariposa, son nuestros vecinos y nuestras familias. Aunque la mayoría de Los Nietos ahora viven en otras partes de la ciudad, es a San Felipe donde regresan a tocar, estudiar y hacer música”, anota Lucho Araújo.
Reflejos y maestros
Los Nietos del Jazz es una coproducción con Marina Productions y Annie Canavaggio es la productora ejecutiva. “Desde el momento en que el proyecto triunfa en la convocatoria DocTV, y luego aupado con el premio FondoCine 2018, nuestro norte ha sido representar exitosamente a Panamá con una película que refleje fielmente nuestra realidad y que aporte a la monumental tarea de construir una tradición de cine en este país”.
En esta producción participaron músicos consagrados del jazz como Idania Dowman, Joshue Ashby y Carlos Garnett. “Fue vital enseñar el relevo generacional, la tradición del jazz pasando de maestro a estudiante. Los Nietos invitaron a sus propios maestros a colaborar en el estudio: Idania Dowman y Joshue Ashby, personas que respetan y admiran y en quienes confían. Ni hablar de la suerte que una leyenda como Carlos Garnett, quien les ofreció la oportunidad de grabar uno de sus temas insignes, Enchanted Oasis”.
El mayor reto de documentar la vida de seis jóvenes músicos “es seguirles el ritmo: hay días que tocan música desde que se levantan, todo el día y la noche, hasta la madrugada del día siguiente. A la producción nos toca hacer turnos y descansar cuando podemos”.
El género
Lucho Araújo conoció el “jazz” el primer día de clases cuando iba a “segundo o tercer grado, camino a la escuela en el carro de mi papá. Él acostumbra tener la radio siempre en una emisora de “jazz”. Fue la primera vez que escuché esa palabra. De allí conocí la música de las “Big Bands” que escuchaba en las películas y eso abrió a conocer los estilos de otros artistas. Por lo que le transmite “al escucharlo o al ver un grupo en directo, lo definiría como un género que goza de total libertad creativa, que requiere un nivel íntimo y avanzado de colaboración y comunicación entre quienes lo ejecutan, y que responde y se adapta en tiempo real a las situaciones que surgen en el momento. Desde esa perspectiva, guarda mucha similitud con el cine documental".