En este mes de octubre se realizará la V edición de la Muestra de Cine Panameño en Buenos Aires, Argentina.
El 5 de octubre será en el Auditorio Manuel Belgrano, en el marco del Ciclo Conectando Culturas de la Cancillería Argentina y se proyectará el documental Paname, de Daniel Zapateiro.
Mientras que el 13 de octubre, en el cine Amigos del Bellas Artes, en el marco de la Muestra de Cine Latinoamericano, se presentará el documental Zachrisson, de Abner Benaim, y la película Burwa dii Ebo (El viento y el agua), de Vera Bollow y el colectivo Igaryala.
Para Karla Quintero, líder de esta iniciativa, Paname es un ejemplo del cine “como herramienta de investigación, y cómo un joven ingeniero panameño amante del cine y en formación, que vive en Francia, lo utiliza para escudriñar en la historia de ambos países y de un acontecimiento y personaje como lo es el primer intento de construir el Canal de Panamá por de Lesseps”.
Ella descubrió al artista visual nacional Julio Zachrisson “gracias a este documental de Abner Benaim, cuando se proyectó en el marco de la muestra en la Galería Allegro en Panamá, y quedé enamorada de Julio y Marisé. Lo que logra Abner es tan íntimo y sencillo, un hermoso retrato audiovisual”.
A Burwa dii Ebo la fue a ver al cine cuando estrenó en 2011 “con muchas expectativas y fue refrescante ver en pantalla grande un drama guna-panameño y el trabajo actoral de los protagonistas. Es un título y ejercicio importante en nuestra historia cinematográfica”.
Proceso
La consigna general de Buenos Aires para Panamá “es exhibir películas que tengan una propuesta autoral en su estructura narrativa, ya sean comerciales o independientes, piezas que propongan a través de su dirección de fotografía y arte”.
Otro elemento que se toma en cuenta, es el balance de la película en cuanto a "la exposición de una temática o una historia fuerte. Veo e investigo constantemente qué hay, en corto, videoarte y largo. Trato de ver todo y tengo un listado actualizado de las películas que considero pueden representar nuestro desarrollo cinematográfico ante un país que posee una de las industrias cinematográficas más ricas de América Latina y el mundo".
Los espacios culturales en Buenos Aires, que han sido sede de esta muestra, "tienen programadores y curadores que me hacen saber la línea del lugar y lo que buscan y me piden que les haga una propuesta de selección, yo también analizo mucho el público de cada espacio, y los programadores me dan una devolución de lo que ha sido aprobado por ellos".
Los espacios
Sobre la dinámica para conseguir espacios para las proyecciones en Buenos Aires, Karla Quintero explica que se pone en contacto "con los programadores directores de las instituciones y les hago la petición formal del espacio como sede de Buenos Aires para Panamá".
Este año en particular, "en el que cumplimos la quinta edición, me ha costado más que nunca: 1. Porque este año manejé la gestión desde Panamá (por motivos laborales) 2. Porque en el último año la cultura argentina ha sufrido cambios en sus políticas y reestructuración de personal en sus instituciones, por ende, la mayoría de mis contactos ya no están y desde Panamá se dificulta tomar acciones personales para insistir como en otros años".
El agregado cultural de la Embajada de Panamá en Argentina, Carlos Marré, "desde principio de año se contactó conmigo para ofrecerme espacios dentro de estos eventos en donde se hace la muestra este año y decidí tomarlos".
Este es un proyecto que hace "con mucha pasión, desde un principio con ganas de proponer un evento propio que me permita jugar y aprender a gestionar, y lo que más me ha enseñado desde 2014 es a ser realista y que lo importante es que su objetivo se cumpla: de promover nuestro cine. El Festival Internacional de Cine de Panamá (IFF Panamá) este año ha sido un aliado importante que se ha unido y me respalda como patrocinador".
Recepción
Sobre la recepción del público argentino con nuestro cine, indica que "hasta hoy he recibido una recepción positiva y cada año es interesante escuchar sus comentarios al salir de la función".
El género documental, dado a que es lo que más ha proyectado, "siempre será algo que alucina a nuestro público, que en su mayoría son adultos y adultos mayores, porque les permite conocer al panameño y sus situaciones. Yo salgo de primera en cada función y me quedo al menos 30 minutos con todos los que se me acercan a comentarme lo que les voló la cabeza de Panamá y agradecen por acercarles esas historias. Creo que eso es lo que mantiene mi combustible".