La película ‘Zootopia’ le devuelve el brillo a Walt Disney

La película ‘Zootopia’ le devuelve el brillo a Walt Disney


Desde la llegada de Pixar al ruedo cinematográfico global, la influencia de Walt Disney Studio en materia de animación se ha visto cada vez más reducida.

Salvo casos como Bolt (2008), Tiana y el sapo (2009), Ralph (2012) y Frozen (2013), la otrora campeona en el entretenimiento familiar mundial ha tenido poco de qué sentirse orgullosa en su rama animada.

La honestidad por delante, ninguno de estos agradables títulos alcanza la excelencia lograda por Pixar con la trilogía de Toy Story (1995, 1999 y 2010), Ratatouille (2007), Los Increíbles (2004) y Up (2009), para mencionar solo algunas de las genialidades hechas por este hogar de genios.

Con Zootopia el asunto ha cambiado. Con esta extraordinaria producción, Disney puede ahora mirar a Pixar directamente a los ojos, sin caer en la vergüenza y la baja autoestima.

Zootopia, un clásico instantáneo del séptimo arte, está en la misma categoría de obra maestra que Blancanieves y los siete enanos (1937), Pinocho (1940), Fantasía (1940), Cenicienta (1950), La Sirenita (1989) y La Bella y la Bestia (1991), un par de las joyas de la corona de la etapa más admirable de la Walt Disney.

Como es usual en este tipo de filmes, lo que se echa de menos es que en Panamá no proyecten aunque sea una versión en su idioma original, pues nos perdemos de escuchar a los animales con las voces de Ginnifer Goodwin, Jason Bateman, Idris Elba, JK Simmons y Octavia Spencer, entre otros actores.

SERES ENCANTADORES

Judy Hopps, una entusiasta coneja, y Nick Wilde, un truhán zorro, harán el mejor equipo de detectives que haya conocido Hollywood en mucho tiempo.

En esta ciudad imaginaria, los leones pueden convivir con los corderos sin peligro, pues los animales de todo tipo viven en un ambiente de armonía y paz.

Aunque de unos días para acá se ha registrado en Zootopia un par de desapariciones y actuaciones iracundas de algunos de sus ciudadanos, lo que pone en evidencia que algo puede estar ocurriendo en el pacífico lugar.

Es cuando aparecen la optimista coneja y el tramposo zorro para ver qué está pasando y tratar de ayudar a resolver el misterio.

PREJUICIOS

A ritmo y estructura de drama policíaco, los directores Byron Howard, Rich Moore y Jared Bush abogan en Zootopia por mandar a volar los prejuicios, que lastimosamente nunca pasan de moda y siempre salen a flote, en especial, cuando hay épocas de crisis.

Zootopia es un sí a respetar a los demás y un no a la idea errada de que hay un sexo superior a otro o de que existe una raza más capaz que otra.

Bajo la premisa argumental de la típica fábula de animales, nos enfrenta a uno de los tantos comportamientos negativos de los seres humanos.

Somos personas que discriminamos, marginamos, segregamos y agredimos a individuos, colectivos y hasta pueblos enteros porque pensamos que son distintos a nosotros. Craso error.

Este filme extraordinario, entre chistes y aparente ligereza, está a favor de darle el protagonismo que merece la mujer en todas las áreas de la sociedad, y pide que cada quien ejerza la tolerancia racial y de género.

Zootopia propone, además, abrir las ventanas de la comprensión y cerrar las puertas del miedo y las generalizaciones.

Esta bella producción pide a grandes y a chicos que actuemos desde la objetividad y lo racional, y no desde la venganza y el odio.

Tanto el prejuicio sobre el género o la clase social, o la discriminación racial y étnica, llevan a que unos consideren a los demás como primitivos e inferiores, y por ende, piensen que deben someterlos a las reglas más severas e injustas.

Estas absurdas y supuestas inferioridades, cuando han llegado a niveles extremos y de riesgo, son las que han provocado guerras nacionales y mundiales a lo largo de la historia de la humanidad.

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¿TEMAS SALDADOS?

Etiquetamos a todos bajo un prejuicio y a partir de allí elaboramos juicios infundados. De todo esto y otras verdades habla Zootopia.

Cuidado con su apariencia de película inofensiva para niños, cuando este largometraje encierra necesarias y urgentes enseñanzas para todos, no importa qué edad tengamos.

Se podría creer que son temas saldados, que ya no pasan, que somos lo suficientemente evolucionados como para que ya no ocurran en ninguna parte del planeta. Estamos equivocados si pensamos con tanta inocencia.

Solo hay que ver el avance de Donald Trump dentro del Partido Republicano en Estados Unidos. Este político ha basado, con bastante éxito, su discurso a partir de declaraciones vinculadas con el racismo, lo desagradable, la xenofobia y la misoginia.

Lo peor de todo es que esa postura ideológica le ha dado óptimos resultados, y es por ahora el favorito para representar a su colectivo en las elecciones presidenciales, y esperemos que no termine sentado en la Casa Blanca, porque sus posturas radicales podrían desatar la Tercera Guerra Mundial. Y creo que no estaría exagerando.

Donald Trump y sus seguidores deberían ver Zootopia para que comprendan que con violencia, enfrentamientos (físicos y verbales) y sectarismos no vamos para ningún lado. Bueno, sí, nos dirigimos hacia el abismo más profundo y nos acercamos a que lo peor de la naturaleza humana guíe nuestros actos.

HOMENAJES

Como si no fuera suficiente, las bondades de Zootopia también permiten rendir homenaje a producciones clave del devenir audiovisual, como El Padrino y Chinatown, así como otros referentes como Song of the South y Who Framed Roger Rabbit.

Zootopia tiene varias escenas cumbres. Como la minuciosa representación de los distintos sectores que conforman esta metrópoli mamífera imaginaria como Sahara Square, Tundratown y Little Rodentia.

Aunque tiene varios efectivos giros de tuerca de su trama, su momento de mayor esplendor es cuando la policía coneja y el astuto zorro llegan a una oficina pública en busca de respuestas para resolver su investigación, y los atiende un grupo de simpáticos perezosos.

Solo esa escena magistral con los perezosos ya vale la pena el haber invertido tiempo y dinero en esta maravillosa película, y de paso, la convierte no solo en uno de los filmes más acabados de 2016, sino que además ya en un referente en el género de la animación.

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