Tenía nueve años cuando en 1977 vi La Guerra de las Galaxias en los hoy desaparecidos cines Obarrio de vía España. Fui en compañía de mi madre, quien durante mi niñez fue mi cómplice en esto de consumir cine.
La vida está hecha de coincidencias, pues ahora soy papá y acompañé a mi hijo Diego, de nueve años, a ver El despertar de la fuerza, la primera película de esta popular saga que él disfruta en una pantalla grande.
Fue una fiesta ir al cine, pues disfruté de esa alegría que debe transmitir el séptimo arte como planteaba el director François Truffaut, quien se escapa a ver películas para olvidar sus penas.
Fue emocionante encontrarse con aficionados de todas las edades vestidos como sus personajes favoritos de Star Wars. Los adultos estaban contentos por volver a una infancia perdida, y los más pequeños felices al experimentar la magia del séptimo arte.
Los aplausos se dieron una y otra vez, tanto porque se inició el filme como porque dejó con ganas de más cuando llegaron los créditos; aplausos al escuchar la banda sonora de John Williams; aplausos en la medida que aparecía cada personaje memorable: Han Solo, Luke Skywalker, Leia, C-3PO, Chewbacca, R2-D2...
No por menos estamos ante la tercera producción en llegar a los 2 mil millones de dólares en boletería mundial. Cuidado Titanic ($2 mil 186.8), que pasarás al segundo puesto de la más exitosa en taquilla y peligrar el reinado de Avatar ($2 mil 186.8).
Quizá los dinosaurios de "Jurassic World" siguen siendo los reyes de 2015 pero el récord de su fin de semana de estreno fue aniquilado por Star Wars.
De acuerdo con la firma especializada Rentrak, Star Wars: The Force Awakens tuvo un debut astronómico mundial de 529 millones de dólares en su primer fin de semana. Sólo tardó 12 días para superar la barrera de los 1.000 millones de dólares de ingresos globales.
BRILLANTE
Este séptimo capítulo, a cargo de un brillante J.J. Abrams (Misión Imposible 3 y Star Trek), supera con creces las inferiores The Phantom Menace (1999), Attack of the Clones (2002), Revenge of the Sith (2005), curiosamente las tres firmadas por el creador de este universo audiovisual, George Lucas.
Abrams y Lawrence Kasdan, quien coescribió El Imperio Contraataca y El Retorno del Jedi (líder de los guionistas), dejaron claro su hondo amor y su profundo respeto por Star Wars, al saber fusionar los viejos rostros con las nuevas caras.
Excelentes las escenas de combate, tanto las terrestres como las que ocurren en el espacio, así como las fabulosas peleas cuerpo a cuerpo con sables de luz o armas de fuego.
Espacio propio merece la valiente y solitaria Rey, la verdadera figura principal de El despertar de la fuerza junto a Han Solo (Harrison Ford merece ovación de pie), quien dicho sea de paso, volvió a ser el dueño de los mejores parlamentos (el personaje favorito de Lawrence Kasdan) y su química con Leia (Carrie Fisher) y Chewbacca (Peter Mayhew) sigue funcionando.
Ahora que cada vez hay más heroínas de acción en Hollywood, era lógico que Rey tuviera más relevancia argumental que la que tuvo en su momento Leia, y ese cambio de parecer se debió al éxito de taquilla de las sagas de Los Juegos del Hambre, Crepúsculo y Divergente.
La gran pregunta: ¿supera El despertar de la fuerza a Star Wars (1977), de George Lucas; The Empire Strikes Back (1980), de Irvin Kershner, y Return of the Jedi (1983), de Richard Marquand?
La respuesta tiene dos partes.
En términos de puesta en escena, en materia de efectos especiales visuales y sonoros, en aspectos como edición y fotografía, El despertar de la fuerza vence a la primera trilogía estrenada, ya que presenta sentimiento unido con un valor estético.
Sin duda obtendrá nominaciones al premio Óscar en categorías como dirección artística, banda de sonido, edición de sonido, montaje, vestuario y efectos visuales, entre otros.
Merece mención especial que los duelos y las batallas, y los efectos especiales en El despertar de la fuerza no dominan el argumento, lo que no es usual en el Hollywood industrial. Por eso, si su presupuesto así se lo permite, debe verla en una cómoda sala XD 3D.
DEBILIDAD
Donde El despertar de la fuerza tiene su punto débil es en su ausencia de originalidad, al punto que parece más una reposición que una continuación.
Su trama vuelve a girar en torno a la eterna lucha entre el bien y el mal, y vuelve a ser una oda a la amistad, el amor, la libertad, la importancia de la familia y la solidaridad. Está bien, son conflictos universales desde el principio de la humanidad y siempre es satisfactorio abogar por ellos.
Los personajes que debutan buscan ser una generación de relevo que lleve a esta Star Wars por su propia cuenta hacia los siguientes episodios, lo que es positivo, lo negativo es que calcen personalidades ya conocidas para alcanzar ese propósito.
Es decir, en alguna medida es parecida la forma de ser de Rey (Daisy Ridley) y Han Solo (Harrison Ford) y Leia (Carrie Fisher); BB-8 tiene similares responsabilidades que R2-D2; Kylo Ren (Adam Driver) es una reproducción estilizada de Darth Vader (David Prowse), y Poe (Oscar Isaac) es tan impulsivo y gran piloto como lo fue Luke (Mark Hamill).
Luego hay otros aspectos. Por ejemplo, ¿qué necesidad tenían de crearle un vestuario tan parecido (con máscara negra y con filtro de voz incluida) a Kylo Ren con relación a Darth Vader?
¿Por qué deciden que BB-8, como hizo en su momento R2-D2, fuera enviado con un mensaje secreto a un planeta desértico donde abundan contrabandistas y que fuera el simpático valiente de la película?
¿Cómo es posible que tardaron 30 años en encontrar a Luke, el último jedi, y solo fue cuestión de días para que Rey y compañía dieran con su pista?
¿Vuelve a ser una cantina/restaurante, colmada de seres misteriosos, el mejor lugar para encontrar información?
Entiendo que Rey, desde niña, sepa defenderse y que la presencia de la fuerza sea grande en su corazón, pero ¿puede darle pelea con tanta eficacia a un tipo más entrenado como Kylo Ren, quien fue entrenado por Luke?
¿Los responsables de construir la versión moderna de la Estrella de la muerte no pudieron leer libros de historia de cómo acabaron con su arma sus adversarios? Es que ambas las destruyen más o menos igual.
De paso, en El despertar de la fuerza hay otra oveja negra en la familia Skywalker, y también ese inadaptado quiere eliminar a su clan.
Los integrantes, de todos los niveles de jerarquía, de la Primera Orden se parecen bastante a los miembros de las Fuerzas Imperiales, y Snoke, el nuevo Emperador, es solo más alto y más feo que el original.
Además, al director Abrams se le fue un poco de las manos lo del "fan service", o sea, alimentar la nostalgia de la audiencia.
En este caso fue ofrecer, a cuenta gotas y en partes claves, referencia tras referencia cuando aparecen los personajes míticos y las naves antiguas reconocibles en ruinas, lo que en ocasiones interrumpía el flujo narrativo.
Más allá de esto, Diego y yo salimos contentos luego de renovar nuestra pasión por el buen cine de entretenimiento que logra Hollywood cuando lo desea.
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