El Festival Internacional de Cine de Panamá (IFF Panamá) llega a su séptima edición, que irá del 5 al 11 de abril en distintas sedes de la ciudad capital, convertida en una de las principales vitrinas del audiovisual.
En opinión de Pituka Ortega, directora de esta fiesta fílmica, “hemos fortalecido nuestro espacio como un festival de cine comprometido y relevante en América Latina. Un festival que empuja la construcción de un cine regional y nacional y que en ello ha tenido resultados”.
Para Diana Sánchez, directora artística del IFF Panamá, “hemos intentado, y creo que conseguido, crear una identidad propia, somos más que un festival de cine. Estamos intentando crear conexiones, fortalecer comunidades y crear un ambiente donde la gente de la industria regional e internacional se sienta en casa. También hemos construido un espacio donde el público panameño pueda disfrutar de un cine de calidad en español y en muchos más idiomas”.
Este año se presentarán 74 películas. Sobre los criterios de selección, Diana Sánchez explica que siempre buscan “un cine fresco que sepa utilizar un lenguaje cinematográfico, así como historias interesantes que pueden abrir mundos y perspectivas”.
Se trata de películas que han triunfado en los festivales de Cannes, Toronto, Venecia, San Sebastián y Berlín.“En 2016 asistieron unas 38 mil personas. Mientras que en 2017 unas 31 mil personas”, comparte Ortega sobre la convocatoria.
Evolución
Desde su primera versión, el IFF Panamá acompaña la evolución del cine nacional y contribuye a la difusión y distribución del cine iberoamericano, asegura Ortega.
Cita el caso del programa “Canal IFF Panamá” en las naves aéreas de Copa, a partir de enero pasado, donde se proyectan largometrajes latinoamericanos que se han presentado en este evento nacional. “Pero es un primer paso, hay mucho más por hacer”.
Ortega cree que el IFF Panamá “es una plataforma sin igual para los cineastas panameños y sus obras. La exposición y el cuidado que reciben no lo recibirán en ningún otro festival, sobre todo cuando sus carreras se están iniciando. Este es su festival y es su país”.
Panamá está representado este año con los documentales T’ach, dirigido por Christian Escobar y basado en el segundo libro del maestro gastronómico Charlie Collins; Panamá Al Brown: Cuando el puño se abre, de Carlos Aguilar Navarro, sobre Alfonso Teófilo Brown, primer iberoamericano en coronarse campeón mundial de boxeo; Paname, de Daniel Zapateiro, sobre Ferdinand de Lesseps y el intento de los franceses por hacer un Canal por el istmo; Una noche de calypso, de Fernando Muñoz, sobre el Grupo Amistad, una de las últimas bandas de calipso en actividad, y La fuerza del balón, una mirada al fútbol nuestro, de Alberto Serra.
También estarán en el festival los títulos de ficción Diciembres, un drama visto por tres sobrevivientes de la invasión del Ejército estadounidense a Panamá, de Enrique Castro Ríos, así como Sin voz, sobre el abuso infantil, de Alberto Serra.
Inicio
La gala de apertura será el drama chileno Una mujer fantástica, este jueves 5 de abril, a las 8:00 p.m., en el teatro Balboa.
“La dirección de Sebastián Lelio destaca su genio, sensibilidad y empatía ante la condición humana y sus complejidades. Su protagonista, Daniela Vega, es simplemente inolvidable, sutil y contundente. Si podíamos contar con esta película y con su actriz, no había duda de que con esta queríamos abrir”, adelanta Ortega.
La decisión fue tomada antes de que este título fuera nominado al Óscar y antes de que ganara su categoría: mejor película extranjera. “Diana Sánchez fue crucial dado su hermosa amistad con Sebastián, y Daniela nos dio un sí antes de ganar la producción el Óscar y confirmó luego de obtenerlo. Eso dice mucho acerca de una persona, y sobre todo, en este negocio”.
Una mujer fantástica regresa el lunes 9 de abril, a las 10:00 p.m., en la sala 6 Copa Airlines del Cinépolis Multiplaza.
Cierre
El documental istmeño Yo no me llamo Rubén Blades, de Abner Benaim, será la gala de clausura el miércoles 11 de abril, a las 8:00 p.m., en el teatro Balboa.
“Abner es el director más relevante del cine panameño hasta el momento. ¿Un documental de Rubén Blades por Abner Benaim, que, además, está muy bien? No había mucho que pensar”, indica Pituka Ortega.