Fernando Muñoz le gusta mucho la música de Panamá porque la considera “muy rica y variada. Hay muy buenos músicos aquí. El calipso me había parecido algo curioso, ya que solo veía interpretándolo a adultos mayores y era diferente a todo lo demás, entonces comencé a interesarme e investigar y me di cuenta de que detrás del concepto ‘calipso’ había una historia enorme”.
Eso lo llevó a rodar el documental nacional Una noche de calipso, que se proyectó en el Festival Internacional de Cine de Panamá, hoy 10 de abril, a las 8:45 p.m., en la sala 7 de Cinépolis Multiplaza, y de forma gratuita el 21 de abril, a las 7:30 p.m., en Altos de los Lagos, en Colón.
Este documental, que obtuvo el premio del público Revista K de La Prensa al mejor documental, se centra en el colectivo Amistad.
Todo comenzó cuando escuchó cantar a los maestros Leslie George y Lord Panama en 2009. Años después se encontró con ambos en el Museo Afroantillano, de allí fueron al Café Balboa y le contaron que tocaban por El Cangrejo, todos los viernes, con el Grupo Amistad.
“Allí es que conozco a los demás integrantes del grupo. Frecuenté durante un año esos toques para poder ganarme su confianza. Ellos siempre se mostraron muy amables. Ramón, Ringin Bell, Palmer, Edward, Víctor, Yamilka y Polito. Siempre tuvieron muy buena predisposición”, recuerda.
El tipo de calipso que tocan sigue la línea de la época de oro de este género en el istmo entre las décadas de 1950 y 1970, resalta. “Esto hace que sea una formación que continúa la tradición del calipso original. Además de que los integrantes venían de toda una vida y tradición de este tipo de música. Por ejemplo, el profesor Leslie George es etnomusicólogo y cuida que las formas interpretativas sean bien respetadas. Él fue uno de los motores principales de este proyecto audiovisual, quería que quedara el registro de esta música para la posteridad. Este es el motivo más importante de la realización del documental”.
Procesos
Para Fernando Muñoz, lo que define al calipso panameño es el sonido del ukelele y del banjo; entre ambos dan cuenta de un sonido diferente al que se escucha en Trinidad y Tobago “que es con steel pan, o al de Jamaica, que se llama mentó y es más lento. Y las grabaciones que quedan hablan de que hubo un desarrollo de esa música muy bueno, con grandes artistas”.
Para información más completa recomienda hablar con expertos como Leslie George, el profesor Gerardo Maloney y el historiador Mario García Hudson.
“La gran innovación que se hizo en Panamá fue que por primera vez se cantó en español. Al principio pudieron ser traducciones de canciones, pero más adelante Lord Kontiki y Lord Delicius escribían directamente en español. Eso fue una revolución a nivel estructural en la música”, anota.
Por otro lado, el calipso, al ser tan dinámico, “se adapta a los lugares y a los instrumentos que va encontrando en cada país, y se adaptó a cada situación local. Lo importante era que el calipsonian pueda hacer su recitado. Igualmente, cuando el calipso se profesionaliza, los grupos y orquestas se perfeccionan al igual que las interpretaciones”.
En Panamá hubo una mezcla “donde este influyó y fue influido por las demás músicas urbanas, generando un calipso lleno de matices. Cuando escuchas Hindú o Combination de Lord Cobra, te das cuenta”.
Fernando Muñoz plantea que el calipso panameño está reducido “a su mínima expresión. Es bueno que las nuevas generaciones se estén acercando. Calipsonians activos quedan muy pocos, y no sé si hay intención de un recambio generacional popular, que no sé por qué no se dio. Imagino que las nuevas músicas urbanas populares, como el reggae en español o la plena tomaron la posta. Sé que hay grupos como la Bamboo Lane Calypso Collective, de Billy Herron e Idania Dowman; la Escuelita del Ritmo de Portobelo, o los Diggers Descendants, que están haciendo fuerza para continuar la tradición del calipso de escenario”.
Grabaciones
-¿Dónde fue rodada la película y qué tiempo te tomó terminarla?
-Las grabaciones se hicieron en Panamá y Colón. El concierto que se incluye se produjo en 2014. Hacía un año que ya estaba con este proyecto. La película demoró 5 años en ser terminada. Fue hecho a puro pulmón y voluntad de todos los que se fueron sumando y creyendo en él.
Al final tanto esfuerzo dio sus frutos y se fueron sumando premios en metálico que hicieron que hoy pueda estar en el cine, como el Fondo de DICINE para postproducción y el premio de Primera Mirada del IFF Panamá de 2016, algunos premios en servicios del Festival de cine de La Habana, además de la colaboración de la radio online Gladys Palmera.
Situación y el humor
-¿La sociedad panameña acepta al calipso como género propio como sí siente a la música típica, por ejemplo?
-No sé si podría hablar de la “sociedad panameña” en general, menos siendo extranjero, lo que veo es que hay diferentes grupos sociales con diferentes pertenencias culturales, algunos donde el calipso es parte de sí y otros que les es más alejado. Entiendo que pueda haber una parte de la sociedad que se identifique más con el folclore institucional, sin embargo, el calipso está presente desde la concepción de Panamá como estado-nación y antes, y están tan incorporadas las tradiciones afroantillanas que ya son parte de la identidad local contemporánea. Aunque algunos todavía ni lo sepan. ¿Quién puede decir que Sacúdeme de Armando Machiore o las interpretaciones de Pedrito Altamiranda del Buhonero o 15 centavos no sean símbolos culturales profundamente panameños?
-¿Qué papel juega el sentido del humor y la sensualidad en el calipso?
"El calipso llegó de Trinidad a la costa atlántica de Panamá haciendo chistes acerca de la vida cotidiana, ya sea política, económica o social…” dice la presentadora Ines Sealy al comienzo de la película. Siempre fue el humor lo que lo motivaba, creo que la sensualidad queda más en los bailes. Los calipsonian eran juglares de la realidad que con humor y dobles sentido, a veces muy osados, le contaban a la gente que pasaba en el barrio o en al país simplemente los divertían. Hay calipsos de Lord Panama y Lord Kontiki muy buenos que relatan la realidad social de la época en que fue grabado, hoy está Ringing Bell que tienen una mirada bien critica en sus letras, aunque con algo menos de humor.