Era el año de 2005, por entonces, Ricardo Aguilar Navarro era gerente de producción en un canal de televisión nacional y tuvo la idea de hacer una serie para la pantalla chica inspirada en el álbum Maestra Vida, de Rubén Blades.
Para este proyecto conversó con su amigo y colega Manolito Rodríguez, con quien trabajó en el concepto y ambos se reunieron con el autor de Pedro Navaja.
“Fueron dos encuentros, enriquecedores, pero que al final quedaron ahí, porque el proyecto nunca se concretó. Con el tiempo, y con la propia sedimentación de las cosas, esos encuentros con Rubén Blades, esas canciones, ese amor y respeto por el barrio, y esas ganas de hacer una película, son el punto de partida de Salsipuedes”, recuerda Aguilar Navarro (Panamá) sobre Salsipuedes, con la cual debuta como realizador a cuatro manos con Manolito Rodríguez (Cuba).
Este drama social, sobre el ascenso y la caída de un campeón del boxeo istmeño, tendrá su estreno mundial durante el quinto Festival Internacional de Cine de Panamá (IFF Panamá), que arranca este 7 de abril.
“Estrenar Salsipuedes en el IFF Panamá tiene un gran significado para nosotros, porque es una película que desde su inicio la pensamos para el público panameño”, comenta Aguilar Navarro sobre Salsipuedes, que se proyectará el 8 de abril, a las 8:30 p.m., en el teatro Balboa, y el 10 de abril, a las 2:00 p.m., en el Anfiteatro de la Presidencia.
Durante meses Aguilar Navarro se preguntó: “¿cuál será la mejor manera de hacer el estreno? Afortunadamente conversamos con Pituka Ortega-Heilbron, directora del IFF Panamá, quien nos invitó a realizar el estreno mundial en el festival y fue una gran noticia, pues el IFF Panamá es la fiesta del cine en Panamá y qué bueno que sea también la fiesta del cine panameño”.
SITIOS
La trama de esta producción sobre las desigualdades sociales y económicas de Panamá ocurre en un barrio imaginario llamado Salsipuedes, compuesto por 40 escenarios reales de El Chorrillo, Barraza, San Felipe, Santa Ana y Plaza Amador.
“Quisimos que se vieran su gente, sus colores, sus calles y paredes”, señala Manolito Rodríguez, quien además firma el guion de Salsipuedes.
Desde el inicio, resalta Sixta Díaz C., productora ejecutiva de este largometraje, querían “hacer una película muy panameña. Queríamos que cuando el público saliera de la sala de cine, sintiera que había vivido una experiencia en los barrios populares de nuestra ciudad. Y queríamos que esa sensación fuera auténtica”.
“Cuando no se vive en el barrio y no lo conocen tienden a estereotiparlo y eso lo resiente su gente”, indica Aguilar Navarro, quien agrega que “nosotros buscamos todo lo contrario, mostrarlo tal como es, con sus virtudes y defectos. Lleno de gente buena que lucha día a día, pero que como en todos los barrios, no solo en los populares, también hay gente que toma el camino equivocado”.
Esa atmósfera de autenticidad que transmite Salsipuedes es gracias a una mirada honesta. “Esa era la razón de ser de este proyecto. Exponemos el barrio, tal cual lo conocemos, lo disfrutamos y lo amamos, en escena”, indica Manolito Rodríguez, quien plantea que “el sabor a barrio es propiedad de todos los que trabajamos en esta película. Y lo sincero de este acto también. Así que fue una entrega colectiva”.
LOS MENSAJES DE UNA PRODUCCIÓN
Uno de los mensajes de Salsipuedes es no olvidar cada quién de dónde viene. También es un largometraje sobre el valor de querer a la familia y a la patria.
“Cuando eres pobre y marginado, parece que la única forma de salir adelante es escapar de tu entorno, irte a estudiar afuera, alejarte para siempre del barrio. Pero escapar significa dejarlo todo atrás, dejar de ver a los tuyos, cambiar tus costumbres, tu forma de ser, borrar el amor que te llena los días. Y eso es injusto”, señala el director de Salsipuedes, Ricardo Aguilar Navarro.
Esta situación la define Manolito Rodríguez, director y guionista de este filme, como un “destierro forzado. Esta película reclama el apego a la patria y a la familia como una forma de resistencia y de reconocimiento. Y reclama el derecho a ser uno mismo”.
“Abandonar a nuestra gente, ignorar nuestros barrios es perder nuestra esencia. La patria es con todos, pero sobre todo, es panameña, con nuestra esencia, que es la sabiduría de todos, no de un pequeño grupo exitoso”, resalta por su lado Sixta Díaz C., productora ejecutiva de Salsipuedes.
LECCIONES
Corrupción, desempleo y pérdida de valores, temas que deja en evidencia Salsipuedes cuando comparte con la platea la trama de un boxeador derrotado y una madre que aleja a su hijo del barrio para que su futuro sea más prometedor.
Luego de ver Salsipuedes el espectador puede preguntarse: “¿Panamá necesita ser rescatado?”. “Necesita ser rescatado con urgencia y debemos actuar con responsabilidad, porque no es un problema de los gobiernos de turno solamente, es de todos, y la solución debe ser integral, pero con mucho énfasis en la educación”, opina Aguilar Navarro.
“Mira lo curioso que ha sucedido en este país. En 1979 derogaron unas reformas a la educación nacional, por razones que no vienen al caso ahora. 37 años después continuamos con la misma educación, que ya para 1979 se había identificado con deficiencias. ¿Eso es lo que merece este país?”, cuestiona la productora ejecutiva del filme, Sixta Díaz C.
Manolito Rodríguez está seguro de que “si no empujamos todos en la dirección correcta, no podremos enrumbar el futuro. Seguiremos cada cinco años recibiendo cuatro bloques y un suéter de mala calidad a cambio de nuestro voto, y continuaremos enterrando el futuro del país y de nuestros hijos”.
REALIDAD Y FICCIÓN
La realidad iguala o supera a la ficción. Hablando de un boxeador que cae en problemas con la justicia que cuenta Salsipuedes y en marzo pasado se registró el caso del excampeón mundial de boxeo panameño Celestino Pelenchín Caballero, quien se declaró confeso de transportar drogas.
“Triste. Y muy incómodo. Le duele a quien ama el boxeo. Y a quien ama a Panamá”, dice Rodríguez.
“El primer campeón mundial latinoamericano de boxeo, Panamá Al Brown, mostró la fuerza de su talento innato, ensalzado por Jean Cocteau y Coco Chanel, pero terminó en la ruina, entre otras cosas, por sus vínculos con la droga”, indica Aguilar Navarro.
“Los tiempos han cambiado, es cierto, pero todavía vemos que no hay políticas que protegen el talento de atletas, artistas y científicos”, opina Aguilar Navarro.
Sixta Díaz C. se pregunta: “¿cuánto invertimos en educación? Panamá está entre los países de Latinoamérica con menos nivel educativo. ¿De dónde salen nuestros campeones de boxeo? No estudian en Estados Unidos ni en Europa. Están aquí, en El Chorrillo, en Barraza, Río Abajo… Hay que defender a nuestra gente, hay que mostrar un respeto y proteger a nuestros talentos. Y es un asunto de todos”.
ACTUACIÓN
Uno de los plus de Salsipuedes es la presencia dentro de su elenco de la actriz cubana Alina Rodríguez (1951-2015), ganadora de múltiples premios por su labor en Conducta (2014), quien falleció en La Habana, víctima de cáncer.
“Alina fue amiga. Amiga de verdad, de muchos años. Y desde el principio vimos la posibilidad de que nos ayudara con el entrenamiento a los actores. Y además con el papel de doña Raquel. Y así fue, de manera especial e inolvidable”, comenta Manolito Rodríguez.
“Alina es uno de los recuerdos más hermosos de aquellos días de producción de Salsipuedes”, agrega por su lado Sixta Díaz C.
Además de actores de teatro como Lucho Gotti, Maritza Vernaza y Daniel Gómez Nates, Salsipuedes también cuenta con intérpretes naturales.
“La parte más bonita fue la búsqueda de los personajes de los niños, pues además del importante rol que ellos tienen en la película, debían tener un cierto parecido físico a los personajes adultos”, recuerda Díaz C.
Contar con Alina Rodríguez como coach de actuación, comparte Aguilar Navarro, a ellos como equipo les dio la seguridad “de que podíamos intentarlo con niños sin formación actoral”.
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