El Trastorno por Déficit de Atención (ADD, por sus siglas en inglés) y su hermano, el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (ADHD) son problemas que cada vez más niños parecen estar padeciendo. El Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos reporta que, en ese país, entre el 3% y el 5% de los niños ha sido diagnosticado con estos desórdenes.
Pero de acuerdo con el psiquiatra Denis Cardoze, “tanto el ADD como el ADHD se sobrediagnostican. Diagnosticar ADD a un niño debería ser el último recurso después de eliminar todas las otras posibilidades, pues sus síntomas son fáciles de confundir con los de otras condiciones psicológicas”.