Científicos británicos que realizaron el mayor estudio hasta el momento sobre antenas de telefonía móvil y el cáncer infantil dijeron que vivir cerca de una de ellas no incrementa el riesgo de que un bebé desarrolle la enfermedad.
En una investigación que analizó a casi 7 mil niños y patrones de cáncer en pequeños en todo el Reino Unido, el equipo descubrió que los que desarrollaron cáncer antes de cumplir 5 años no tenían más probabilidades de haber nacido cerca de una antena que otros menores.
“Estos resultados son tranquilizadores”, dijo Paul Elliot, director del centro de medio ambiente y salud del Imperial College London, que trabajó en el estudio.
“No encontramos ningún patrón que sugiriera que los niños de madres que vivían cerca de una estación base durante el embarazo tuvieran un mayor riesgo de desarrollar cáncer que los que vivían en otros lugares”, agregó Elliot.
El uso de teléfonos móviles ha incrementado drásticamente en los últimos años y se han planteado interrogantes sobre sus posibles efectos en la salud, por ejemplo, si pueden tener relación con tumores cerebrales u otros tipos de cáncer.
Algunos sondeos mostraron altos niveles de preocupación en la opinión pública acerca de los riesgos potenciales de vivir cerca de antenas de telefonía móvil. Sin embargo, Elliot, cuyo estudio fue publicado en el British Medical Journal, dijo que su trabajo se sumaría a un conjunto de investigaciones científicas que no encontraron vínculos entre los teléfonos móviles y el cáncer.
Expertos que estudiaron a casi 13 mil usuarios de móviles durante 10 años, esperando encontrar si los dispositivos causaban tumores cerebrales, publicaron resultados el mes pasado y no encontraron clara respuesta.

