Cuando se anunció el surgimiento de una nueva gripe humana y esta fue catalogada como “gripe porcina”, el consumo de carne de puerco disminuyó enormemente a lo largo del planeta. Incluso se registraron matanzas masivas de este animal.
“Las personas dejaron de comer carne de cerdo porque se provocó un pánico colectivo que nada tenía que ver con el mismo animal”, explica el doctor Ramón Fuentes. “Aunque existiera la posibilidad de que la misma carne estuviera contaminada por el virus, este moriría instantáneamente al momento de ser cocinado”, explica.
La nutricionista Marta Jiménez explica que todo en moderación es bueno, y que la carne de cerdo entra dentro de esta categoría.
Incluso, la carne de cerdo, si se come con moderación, “puede ser una buena herramienta para fortalecer el sistema inmunológico”, explica Jiménez. “Consumir carne de cerdo es bueno, ya que está cargada de vitaminas, proteínas y minerales que ayudan a mejorar la salud y benefician la producción de glóbulos blancos”, recalca.
Algunas de las vitaminas y minerales que posee, explica Jiménez, son ácido oleico, zinc, hierro y vitamina B. “La carne de cerdo es recomendable, incluso, para las personas que tienen problemas con los triglicéridos, ya que contiene un tercio de la recomendación de colesterol diaria”, agrega.
Desde que se inició el brote de la gripe A (H1N1) se han reportado pérdidas que superan los 75 millones de dólares, solo en México.