Charlie Collins, además de ser una referencia en la gastronomía nacional, también tiene dotes de investigador privado y antropólogo.
Su pasión por los sabores y los ingredientes lo llevaron a recorrer Panamá, de norte a sur y de este a oeste, en busca de esas recetas que hacen peculiar a este istmo.
Su regreso a la esfera editorial se titula T’ach Cocina Autóctona Panameña, que planea tener en las librerías a mediados del mes de noviembre y que forma parte de una colección de dos obras más, todos con el apoyo de la Autoridad de Turismo de Panamá, cuyo administrador, Gustavo Him, estuvo presente cuando se lanzó este proyecto.
Este es el resultado de cuatro años de indagar a cocineros de todos los niveles, edades y regiones del país.
“Al principio fui con mucho recelo, porque iba a tocar puertas de casas donde no me conocen y me han recibido con los brazos abiertos. La gente del interior es maravillosa”, indica este experto en catering de alto nivel.
Él es el autor del libro, pero dice emocionado que las estrellas son aquellos que le compartieron sus recetas y sus secretos de cómo elaborar los alimentos.
“El libro es un rescate a nuestra gastronomía, para que el panameño no se olvide de su comida y esté orgulloso de nuestra cocina. A veces somos dados de preferir los productos extranjeros cuando aquí hay tanta variedad”, dijo quien confiesa que cuando se va de viaje, tarde o temprano, añora el arroz con guandú.
Además, su publicación, espera, colabore a la agricultura, al turismo y a los pequeños negocios dedicados a la comida. “Fue una gran experiencia cocinar con ellos en sus cocinas y con sus métodos de trabajo”, anotó.
Otros beneficiados de T’ach Cocina Autóctona Panameña (en la lengua indígena wounaam significa comida) serán los jóvenes chefs, que “podrán preparar recetas nuestras y con ingredientes autóctonos y las presenten en sus restaurantes”.
Fue tal la información que recolectó Charlie Collins, que eso lo impulsó a que sean tres libros repletos de recetas (el primer tomo tendrá 130 recetas). “Panamá tiene una gran tradición culinaria. Te pongo el ejemplo del sancocho que se hace en Los Santos, que es diferente al que se hace en Veraguas”.
Su asombro por los hallazgos nunca fue poco, incluso en Chiriquí, la provincia que lo vio nacer. “Fue impresionante la cantidad de platos que no conocía de Chiriquí”.