En la comunidad de San Miguel, ubicada en la Isla del Rey en el archipiélago de Las Perlas, el Sol y la brisa de verano se convirtieron en escenario de un sinfín de cuentos infantiles.
Utilizando la lectura y el pensamiento creativo como principales herramientas, la fundación Casa Taller, con el apoyo de la Oficina del Plan Nacional de Lectura del Instituto Nacional de Cultura (Inac), llevó al insular situado en el golfo de Panamá las primeras jornadas del programa De Sol a Sol, que busca fortalecer la creatividad y aportar a la construcción del conocimiento en niños y jóvenes istmeños.
La creación de un “árbol de los sueños” y la narración al calor de una fogata, de fantásticos como los duendes y La Silampa fueron algunas de las actividades realizadas entre el 26 y el 30 de enero pasado, con el fin de alimentar el imaginario de los chicos participantes.
Carlos Fong, animador cultural y encargado de la Unidad del Plan Nacional de Lectura del Inac, señala que el programa, diseñado para adultos, jóvenes y chicos, procura este año centrarse más en la niñez, como etapa de atención fundamental.
Según Fong, el programa De Sol a Sol se desarrolla en el marco del proyecto regional de la calidad educativa, equidad de género y habilidades para la vida, que ejecuta en Panamá la fundación Casa Taller.
Explica Fong que las áreas que trabaja el programa se enfocan en temáticas sociales como la equidad de género y en fomentar habilidades para la vida y para la comprensión lectora.
“En ese sentido, el Inac respalda la organización del programa, con artistas que lo hacen desde disciplinas diversas como la literatura, la música y la danza”.Las jornadas realizadas en San Miguel en el mes de enero incluyeron actividades heterogéneas como ebanistería, cocina y una liga de fútbol, realizadas en conjunto con los líderes comunitarios.
Otras ocupaciones, como la narración de cuentos y sesiones de dibujo, se hicieron con la intención de conocer el entorno de los niños isleños, indica.
“Con la dinámica bautizada ‘el árbol de los sueños’, los pequeños hablaron sobre sus anhelos personales y para la comunidad, que luego fueron plasmados en dibujo sobre papel manila”, continúa Fong, quien agrega que la intención final era colgar esos “sueños” en un balcón para la vista de todos, aunque “la fuerte brisa no lo permitió”.
Para Fong, estos ejercicios buscan dar una nueva connotación al tiempo libre para convertirlo en “un espacio para la construcción del conocimiento y fortalecimiento educativo en temporada de vacaciones”.
Durante el mes de febrero este programa continuará su labor en las comunidades de Victoriano Lorenzo en el Parque Nacional de Chagres y en Jaqué, en la provincia de Darién.