La casualidad ha querido que en el mismo día en que se falla el premio Nobel de Literatura, que ha sido entregado este jueves 13 de octubre por la Academia sueca a Bob Dylan, el italiano Darío Fo —quien recibió esa distinción hace casi dos décadas— haya fallecido en un hospital de Milán, donde fue ingresado hace 12 días por problemas pulmonares, según informa Il Corriere della Sera.
Cumplió 90 años el pasado marzo, pero nunca perdió la visión apasionada a la vez que satírica con la que contemplaba la realidad.
"Una existencia larga y muy afortunada", solía decir él siempre acompañado de su inconfundible sonrisa.
Actor, dramaturgo, director, escenógrafo, escritor, pintor y activista político sin bandera. Todas aquellas vidas, una más extraordinaria que la otra, quedaron reflejadas en sus escritos como en un juego de espejos capaz de multiplicar el tiempo y las historias.
El premio Nobel de Literatura 1997 –el último autor en lengua italiana en ser galardonado con este premio de las letras universales– escribió más de 100 obras teatrales, pero además era un mimo extraordinario.
Conquistó a Italia y al mundo con sus gestos teatrales de juglar satírico de corte siempre embarcado en mil proyectos con la energía de su eterna juventud.
"La sátira es el arma más eficaz contra el poder: el poder no soporta el humor, ni siquiera los gobernantes que se llaman democráticos, porque la risa libera al hombre de sus miedos". Esta es una de las frases que mejor expresa su irreverencia.
En la década de los 50 comenzó a cosechar éxitos subido en los escenarios con sus monólogos cómicos y satíricos. Y entonces conoció al amor de su vida, la bellísima Franca Rame, con quien compartió aventuras y desventuras en el arte teatral y político.
Ya en los años 60 y 70 Darío Fo era un hombre muy reconocido en los círculos culturales de teatro. En aquella época Italia vivió uno de los episodios más duros de su historia, como escenario de continuos enfrentamientos violentos entre posfascistas y poscomunistas.
De este periodo destaca una de las obras más conocidas de todo su repertorio, Muerte accidental de un anarquista (1970), que sigue interpretándose hoy por todos los teatros del mundo. En el Teatro de Panamá fue representada del 2 al 31 de octubre de 2013, producida por Eric Molino y dirigida por María Elena Mena.
Durante las casi dos décadas en las que Italia fue gobernada por Silvio Berlusconi sus espectáculos y monólogos críticos estaban dirigidos a ridiculizar al mandatario con su habitual sarcasmo.
Estos últimos años Fo dejó clara su apuesta por el Movimiento Cinco Estrellas. Pintó un retrato satírico de la actual ministra para las Reformas, María Elena Boschi, que se subastó para financiar a la formación anticasta que ahora regenta la alcaldía de Roma.
Uno de los primeros en comentar la muerte del gran escritor ha sido su único hijo, Jacopo Fo, fruto de su matrimonio con la actriz italiana Franca Rame: "He estado junto a él cuando se ha ido. Desde hace unos 10 días no estaba bien. (…) No ha sufrido. Mi padre tenía una relación con la corporeidad. Se ha ido sereno", ha explicado.
A su voz se le han ido uniendo las condolencias de representantes del mundo institucional. El primer ministro italiano, Matteo Renzi, ha expresado sus condolencias en una nota de prensa en la que ha afirmado que "Italia pierde a uno de sus grandes protagonistas del teatro, de la cultura, de la vida civil". "Su sátira, el trabajo sobre el escenario y su poliédrica actividad artística permanecen como la herencia de un gran italiano en el mundo", ha agregado.