La banda canadiense Arcade Fire se robó el show en la respuesta británica a los premios Grammy, recogiendo dos galardones en un evento revisado con el objetivo de reflejar mejor los cambios en la industria musical.
Arcade Fire, ganadora sorpresiva de los premios Grammy este mes y aún vista por muchos como una banda underground, fue reconocida en las categorías de mejor grupo y mejor disco internacional por su álbum The Suburbs en los premios Brit.
“Nos llamamos Arcade Fire (...) revísenlo en Google”, dijo el cantante principal de la banda, Win Butler.
El evento, por largo tiempo visto por los críticos como una premiación donde la industria se dedica a celebrarse a sí misma, incluyó presentaciones acústicas de la cantante británica Adele y la banda folk Mumford & Sons, pero también reconoció a artistas masivos como Rihanna y Take That.
Cambios rápidos en la manera como las audiencias escuchan y compran música en los últimos años obligaron a un replanteamiento en el corazón de la industria, ofreciendo una mayor plataforma a talentos locales que tienen éxito sin la inversión de los grandes sellos.
Mumford & Sons recibió el codiciado galardón a disco del año por Sigh No More, superando a Take That y Tinie Tempah en una sorpresiva elección para un evento que tiende a recompensar ventas sobre calidad.
La audiencia, compuesta de ejecutivos de la industria musical y artistas, también disfrutó de un explosivo medley de Tempah, uno de los artistas masivos más memorables del año pasado, quien se llevó dos premios.